Este elemento es responsable de que el cuerpo del animal funcione de manera óptima y le ayuda a mantener una temperatura regular
Ante la mínima sospecha de deshidratación, se recomienda acudir a la consulta de un profesional veterinario.
Con la llegada del verano aumenta la necesidad de mantener hidratados a los animales de compañía. En este sentido, "el agua, elemento esencial para la vida de todo ser vivo, cumple, para la salud y el bienestar de todas las mascotas, una función crítica", señalan desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC).
Concretamente, el agua es responsable de que el cuerpo del animal funcione de manera óptima y le ayuda a mantener una temperatura regular. Sin agua, todos esos otros nutrientes esenciales que debe incluir su dieta, como las proteínas, los carbohidratos, las grasas, los minerales y las vitaminas, no podrían cumplir su función, ya que es necesaria en todo el proceso digestivo, desde la absorción de esos nutrientes hasta su eliminación.
Asimismo, este elemento posee tanta relevancia que los efectos negativos de una deshidratación -ya sea al reducirse la ingesta de agua o al aumentar la pérdida de líquidos (a través de la diarrea o el vómito o el exceso de calor)- se padecen antes que los de la mayoría de las deficiencias.
Una mascota deficientemente hidratada verá disminuir su volumen de sangre circulante, provocándose un desequilibrio de electrolitos en el líquido que se encuentra dentro y alrededor de las células del cuerpo, lo que limita el control de la temperatura. De esta manera, las células no pueden realizar sus funciones corporales, en ocasiones los órganos resultan dañados y, en los casos más graves, incluso puede provocar la muerte.
Entre los signos a tener en cuenta para detectar deshidratación en los animales de compañía se incluyen jadeos, frecuencia cardiaca elevada, letargo, ojos hundidos; sequedad en la nariz y la boca; y piel que, cuando se pellizca, no regresa a su posición original rápidamente, sino que permanece en la posición levantada o se mueve hacia atrás lentamente (un buen lugar para revisar es la piel por encima de los omóplatos).
Ante la mínima sospecha de deshidratación, se recomienda acudir a la consulta de un profesional veterinario. Si la mascota sufre de vómitos o diarrea debe estar especialmente vigilada y asegurarse de que consuma suficiente agua, ya que la deshidratación puede producirse rápidamente en estos casos. Aunque la comida del animal de compañía contiene algo de humedad (la comida húmeda más que la comida seca), es indispensable que todas las mascotas tengan acceso a mucha agua limpia y fresca.
En el caso concreto de los gatos, y debido a su tendencia a acudir con menos frecuencia que los perros a beber, se recomienda colocar varios tazones de agua en distintos lugares de la casa para fomentar la hidratación durante el día.
Finalmente, desde ANFAAC recuerdan que, ante cualquier duda, "el veterinario siempre podrá darte el consejo más adecuado". De igual forma, para profundizar en este tema, se puede consultar el Fact Sheet 'La importancia del agua en la dieta de su mascota'.