HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




jueves, 6 de febrero de 2025

NATIVOS AMERICANOS, POR ROBERT GRIFFING (SPANISH & ENGLISH)

Robert Griffing creció en Linesville, Pensilvania, donde recorria los campos y las playas alrededor del lago Pymatuning recogiendo artefactos de piedra, el factor clave para su amor por la historia y las culturas nativas. Después de graduarse en el Instituto de Arte de Pittsburgh y una carrera publicitaria de treinta años, volvió al tema de su fascinación temprana, el indio de los bosques orientales del siglo XVIII. Griffing decidió dedicar su tiempo y energía a su pasión después de recibir una respuesta entusiasta a sus primeras pinturas y grabados.

Se describe a sí mismo como un pintor de escenas del siglo XVIII que implican o presentan el indio del bosque oriental. Sus pinturas se centran en un tiempo que marcó los años de comienzo del caos y la incertidumbre para las tribus del bosque mientras que lucharon para sobrevivir la invasión de europeos.
Además de su extensa biblioteca de libros, periódicos y revistas históricas, está agradecido a sus historiadores y amigos que le  proporcionan información y actúaran como modelos para algunos de los personajes de las pinturas.
Griffing espera que sus pinturas puedan arrojar alguna luz sobre este período de tiempo que ha sido descuidado a través del romance de la sociedad con el oeste americano.


Robert Griffing grew up in Linesville, Pennsylvania, where he roamed the fields and beaches around Pymatuning Lake collecting stone artifacts, the key factor for his love of history and native cultures. After graduating form the Art Institute of Pittsburgh and a thirty year advertising career, he returned to the subject of his early fascination, the Eastern Woodland Indian of the 18th century. Griffing decided to devote his time and energy to his passion after receiving an enthusiastic response to his early paintings and prints.
He describes himself as a painter of 18th century scenes that involve or feature the Eastern Woodland Indian. His Paintings focus on a time that marked the beginning years of chaos and uncertainty for the Woodland tribes as they struggled to survive the encroachment of Europeans.
In addition to his extensive library of books, historical papers and journals, he is grateful to his historian and re-enactor friends who provide information and act as models for some of the characters in the paintings.
Griffing hopes that his paintings shed some light on this time period that has been neglected through society's romance with the American West."






















miércoles, 5 de febrero de 2025

ATAQUES DE PÁNICO Y ANSIEDAD EN PERROS


La ansiedad en los perros
Como puede decirte cualquiera que los sufra, los ataques de pánico son espantosos, y sus efectos pueden ser aterradores. Aunque las personas y los perros difieren en muchos aspectos, sentir miedo y ansiedad, que producen comportamientos de miedo o pánico, es algo que todos compartimos. 
Los perros y la ansiedad son una combinación desafortunada que a menudo enfrentan los dueños de mascotas. Aunque probablemente los perros no sufran ataques de pánico del mismo modo que los humanos, el miedo, el estrés y la ansiedad elevada pueden producir comportamientos muy parecidos e igualmente angustiosos para los animales, especialmente en perros nerviosos. Es importante que los propietarios sepan detectar esto en sus perros, comprendan cuáles pueden ser los desencadenantes y aprendan a ayudar a controlarlos.
Como dueño de una mascota, quieres que tu perro goce de una vida feliz y saludable. Saber detectar cualquier cosa perjudicial, a ser posible antes de que ocurra, es clave para ayudarle a superar cualquier problema que se le presente, como la ansiedad o las situaciones agobiantes, que son aspectos fundamentales de la ansiedad en perros. 


¿Qué causa los ataques de pánico en los perros?
Los ataques de pánico aparente en perros, una manifestación de la ansiedad en perros, son el resultado de un miedo intenso, y las causas pueden ser complejas. Estos suelen estar relacionados con emociones abrumadoras, desencadenantes físicos, recuerdos o situaciones determinadas. También pueden estar relacionados con una socialización o habituación deficientes, o con una combinación de situaciones que conducen a un estado de excitación constante en el que el perro, especialmente si es un perro nervioso, no puede soportar más estrés.
Si no se trata, el estrés en perros y ansiedad pueden volverse crónicos y hacer que el perro sufra ataques de pánico cada vez que se encuentre en una situación que le resulte abrumadora. Por ejemplo, si a tu perro le da pavor ir al veterinario y relaciona los viajes en coche con el veterinario, es fácil que empiece a mostrar comportamientos extremadamente estresantes en cuanto vea el coche, e incluso puede extenderse a una agorafobia más general.


Los ataques de pánico casi siempre los desencadenan los miedos, sobre todo los que el perro no puede evitar o aquellos de los que no puede escapar. Entre otros: fobias al ruido, problemas de comportamiento relacionados con la separación, dolor o expectativa de dolor y miedo (o miedo aprendido) a una situación, lugar o persona determinados. A veces, sin embargo, puede ser una combinación de factores lo que lleve al perro a «sobrepasar el umbral». 


Síntomas del ataque de pánico en perros
Como los perros no pueden expresarse verbalmente como nosotros, los humanos, utilizarán su lenguaje corporal y sus comportamientos para mostrar y comunicar su miedo. Es importante que los dueños lo reconozcan, y aquí tienes algunas de las señales que pueden manifestar:
Jadeo (no relacionado con la actividad física ni el calor)
Temblores o espasmos
Bostezos o lamido insistente de labios
Vocalizaciones como ladridos o gemidos
Agresión inusual o inesperada 
Salivación excesiva
Intentos de escapar de la situación: arañar frenéticamente las puertas, etc.
Huida
Paralización (a veces, en situaciones de miedo extremo, el perro se paraliza y puede parecer tranquilo)
Búsqueda de consuelo del dueño
Aumento de la frecuencia cardíaca
Ocultamiento
Escarba en lugares inusuales dentro de casa
Vómito
Diarrea
Estos síntomas evidentes pueden durar de minutos a horas, según la causa. 


Aunque los síntomas de un episodio de miedo extremo pueden ser pasajeros —por ejemplo, el miedo provocado por los fuegos artificiales puede desaparecer en una hora o así, mientras que el que provoca una visita al veterinario puede durar más tiempo hasta que se encuentra seguro de vuelta en casa—, pueden tener efectos a mucho más largo plazo. En el caso de las fobias graves al ruido (como los fuegos artificiales), los neurotransmisores del cerebro pueden tardar días en volver a la normalidad, y con cada repetición, el miedo aumenta.


Cinco maneras para ayudarle
A pesar de que los ataques de pánico en los perros pueden ser difíciles de controlar, hay formas de tranquilizarlos y ayudarles a superar cualquier situación difícil.
Mantén la calma y una actitud positiva
Lo mejor que puedes hacer es mantener la calma y una actitud positiva. Tu perro reproducirá tu actitud y si ve que estás ansioso y preocupado, no le ayudará.
Muéstrale afecto
Es importante que estés a su lado en situaciones de estrés. Dale todo el consuelo que busque en ti. Siéntate en el suelo a su lado en un espacio tranquilo, dale el apoyo de tu presencia o más contacto físico. Déjate guiar por tu mascota.


Dale una distracción
Intenta proporcionarle estimulación física y mental: haz algún juego para mantenerle ocupado y entretenido, porque así apartas de su mente el motivo de pánico. Si la causa de su miedo no está en el exterior, es buena idea sacarlo a pasear, hacer con él sesiones de adiestramiento con recompensas o utilizar juguetes rompecabezas. Sin embargo, ten en cuenta que un perro que sufra miedo extremo será incapaz de tomar comida o comer, o incluso de distraerse.
Ponle música
Está comprobado que la música tiene un efecto positivo en el estado de ánimo de los perros, sobre todo el reggae y el rock suave. Averigua el tipo de música que más le gusta a tu perro y utilízala para distraerle siempre que manifieste signos de ansiedad. Puede que le ayude o puede que no, pero el sonido le servirá de distracción y tal vez te relaje a ti también.


Prueba suplementos calmantes
El uso de suplementos calmantes también puede ir bien en casos de ataques de pánico leves. Consúltalo con un veterinario, seguro que podrá recomendarte los más adecuados para tu perro.
Con diferencia, lo más importante es reconocer las situaciones que estresan a tu perro, especialmente en casos de perros y ansiedad, y buscar formas de evitarlas o, si no puedes hacerlo, minimizar su impacto. En perros nerviosos, estos pasos son aún más cruciales.
Si tu perro experimenta ataques de pánico con frecuencia, lo mejor es pedir cita en tu veterinario de confianza para que compruebe si hay algún problema clínico de fondo y, después, solicitar que te remita a un conductista con experiencia que te ayude a desarrollar un plan de modificación del comportamiento para trabajar estos problemas, incluyendo cómo calmar la ansiedad de un perro y cómo quitarle la ansiedad a un perro.


Diferencias entre ansiedad, fobias y ataques de pánico en perros
Ansiedad, fobias y ataques de pánico son términos que a veces se utilizan como sinónimos, pero tienen matices distintos, especialmente cuando se habla de ansiedad en perros.
Si se tratan adecuadamente, y con ayuda profesional en caso necesario, los comportamientos de temor del perro, característicos de la ansiedad y el pánico, serán solo episodios breves en la vida de tu amigo. Para que disfrute de una gran calidad de vida, tu perro debe sentirse querido y apoyado en situaciones como los ataques de pánico, pero procura buscar ayuda para que no empeoren.
Si quieres saber más sobre el comportamiento de tu perro en situaciones de estrés, lee sobre el ladrido excesivo e infórmate sobre sus causas y las formas de evitarlo.





Publicado en Purina






















martes, 4 de febrero de 2025

EL MEJOR PERRO DE HOLLYWOOD


En el otoño de 1918, mientras los soldados estadounidenses luchaban en el frente occidental, un soldado exploró un pueblo francés bombardeado. El cabo Lee Duncan estaba rebuscando entre los escombros cuando vio un edificio largo y bajo. Una perrera. En el interior, el alma de Duncan se hundió al pasar junto a jaulas de perros muertos. Entonces, desde más allá de la carnicería, se escuchó un gemido...


Cinco cachorros de pastor alemán se acurrucaron alrededor de su madre. Duncan tardó una hora en convencer a los perros traumatizados de que subieran a su coche. De vuelta con su brigada, Duncan regaló a la madre y a tres cachorros, pero se quedó con dos. Los bautizó como las muñecas de la buena suerte que los niños franceses entregaban a los soldados aliados: Nanette y Rin-tin-tin.
En Estados Unidos hay muchas leyendas caninas: Lassie, Lad, Balto, pero ninguna iguala la celebridad de “Rinty”. Rin-tin-tin tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Texas tiene un museo dedicado a Rin-tin-tin. Cuando se entregaron los primeros Oscar en 1929, la Academia tuvo que hacer una segunda votación para que se la tomara en serio. 


Lee Duncan era un solitario. Cuando su padre abandonó a la familia, Duncan y su hermana fueron abandonados en un orfanato de Oakland, California. Cuando su madre regresó, tres años después, el niño había desarrollado una desconfianza permanente hacia la gente y un amor por los animales que le salvaba la vida. Por eso, cuando encontró cachorros en el frente occidental, Duncan “sintió que había algo en sus vidas que me recordaba a la mía”.
Duncan metió a ambos perros de contrabando en el barco que lo llevaba a casa. Cuando llegaron a California, Nanette había muerto de neumonía, pero Rin-tin-tin se había convertido en un miembro poderoso de una raza que rara vez se ve en Estados Unidos. Los pastores alemanes solo se habían criado durante dos décadas y los estadounidenses pronto se enamoraron de ellos.


En las exposiciones caninas, Rin-tin-tin llamaba la atención. Podía escalar una pared de 3,6 metros. Era rápido, receptivo y casi humano en su comprensión. En una exposición, un joven guionista llamado Darrell F. Zanuck filmó al perro, luego vendió el clip a un director y le pagó a Duncan 350 dólares. Sintiendo la fama y la fortuna, Duncan comenzó a llevar a Rinty a los estudios. ¡Luces! ¡Cámara! 



En 1923, “Where the North Begins” contaba una historia de Jack London sobre un perro abandonado criado por lobos. La película hizo una fortuna. Nació una estrella. Durante el resto de la década de 1920, Rin-tin-tin fue un éxito de taquilla. Película tras película, el perro luchó contra el crimen, rescató damiselas y se ganó corazones. Los nombres de Rinty en la pantalla eran sencillos: Buddy, King o Scotty, pero ya fuera en “Tracked in the Snow Country” o en “The Clash of the Wolves”, el nombre Rin-tin-tin estaba encima del título.



Antes de que el cine mudo se rindiera ante el sonoro, Rin-tin-tin ganaba 6.000 dólares a la semana. El perro recibía cartas de sus fans y los publicistas se mantenían ocupados enviándole fotos, cada una de ellas con la huella de una pata. Millones de personas consideraban a Rin-tin-tin como todos consideramos a nuestros propios perros. “Es un  perro humano”, escribió un fan, “humano en el verdadero sentido de la palabra”.




Pero la celebridad es fugaz, especialmente cuando se mide en años de vida de los perros. Un día de verano de 1932, Lee Duncan estaba en El Rancho Rin-tin-tin cuando escuchó un aullido. Corrió hacia Rinty y encontró al perro moribundo. Los boletines aparecieron. Los agentes de prensa dijeron que el perro murió en los brazos de la estrella Jean Harlow, que tenía uno de los cachorros de Rinty. El obituario apareció en el  New York Times. Podría haber sido el fin de una carrera, de no ser por esos cachorros.



Rin-tin-tin Jr. hizo 14 películas olvidables. Rin-tin-tin III evitó los focos de atención, contento de ayudar a Duncan a entrenar perros del ejército durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Podría Rin-tin-tin IV restaurar el nombre de la familia? Aprovechando la manía de los años 50 por los westerns televisivos, “Las aventuras de Rin-tin-tin” colocó a Rinty en una tropa de caballería. El programa y su merchandising (cornetas, pistolas, kits de cocina de Rin-tin-tin) duraron cinco años. Duncan murió en 1960, poco después de que la estrella de Rin-tin-tin fuera estampada en esa acera de Hollywood.


El perro más querido de Estados Unidos todavía mueve la cola. Se han hecho dibujos animados, una película para niños y se ha otorgado el primer premio Dog Hero de la American Humane Society. El pedigrí y la marca registrada pertenecen ahora a una mujer de Texas cuyo cachorro, enviado por Duncan antes de su muerte, creó "un legado viviente de perros Rin-tin-tin en Houston".



En 2011, Rin-tin-tin se ganó la corona de la celebridad: una biografía. La escritora del New Yorker Susan Orlean recapituló la historia desde el campo de batalla hasta Hollywood y la leyenda. Rin-tin-tin, escribió Orlean, “siempre ha sido más que un perro. Fue una idea y un ideal: un héroe que también era un amigo, un luchador que también era un cuidador, un genio mudo, un solitario sociable”. Pero la última palabra debería ser de Lee Duncan: “Siempre habrá un Rin-tin-tin”.




Publicado en The Attic



































lunes, 3 de febrero de 2025

CONOCIENDO AL TREEING WALKER COONHOUND (USA)


El Treeing Walker Coonhound es una raza de sabueso que desciende de los Foxhounds inglés y americano. La raza se originó en los Estados Unidos cuando un perro robado conocido como "Tennessee Lead" se cruzó con el Walker Hound en el siglo XIX. El Treeing Walker Coonhound fue reconocido oficialmente como raza por el United Kennel Club en 1945 y por el American Kennel Club en 2012.
El Treeing Walker Coonhound fue criado principalmente para cazar mapaches, pero también se utiliza para cazar otros animales, como ciervos, osos, linces o pumas. La raza es vocal y tiene un aullido distintivo que permite a su dueño identificar a su perro a grandes distancias. Tiene una voz clara y resonante que cambia a un ladrido constante contra el árbol. Los Treeing Walker Coonhounds tienden a desenvolverse mejor en hogares que trabajan.



Historia
El Treeing Walker Coonhound fue desarrollado en la era colonial a partir de cruces de Foxhounds ingleses. John W. Walker y George Washington Maupin, dos criadores de Kentucky, que entonces era parte de Virginia, son los responsables del desarrollo inicial de la raza. Los perros que criaron se denominaban Walker Hounds y se utilizaban para cazar mapaches. En el siglo XIX, un perro negro y fuego robado llamado Tennessee Lead fue cruzado con un Walker Hound. Tennessee Lead era de origen desconocido, pero influyó mucho en el Walker. El Walker Coonhound, Treeing, fue reconocido por primera vez por el United Kennel Club (UKC) en 1905 como parte de la raza English Coonhound, a petición de los criadores. El nombre fue cambiado más tarde a Treeing Walker Coonhound, y fue reconocido plenamente como una raza separada en 1945. Fue reconocido por el American Kennel Club (AKC) en enero de 2012, convirtiéndose en la raza número 174 reconocida por el AKC. 




Características
El Treeing Walker Coonhound puede dar la impresión de ser un perro de trabajo. Según el estándar UKC, puede medir de 50 a 68 cm de alto en la madurez, con un peso proporcional. El rango de peso común es de 22 a 31 kg, y los machos son más grandes que las hembras.
El cráneo debe ser amplio, con un hocico largo y orejas largas y colgantes. Los ojos son oscuros y tienen una expresión suave. Las cuatro patas deben ser rectas cuando se las ve desde el frente o desde atrás, con pies compactos y similares a los de un gato. El pelaje liso es fino y brillante y se presenta en un patrón tricolor y bicolor. Se prefiere el tricolor, blanco con marcas negras y fuego, aunque se aceptan perros bicolores, blanco y negro o fuego y blanco. 


El Treeing Walker Coonhound tiene un ladrido claro en el camino, que debe cambiar a un "chop" distintivo cuando se encuentra en un árbol. Su temperamento debe ser amable pero intrépido y valiente en la caza. El Treeing Walker Coonhound se cría principalmente por su boca, apariencia y habilidad. Es, ante todo, un perro de caza, aunque puede tenerse como mascota. Se lo describe como cariñoso y bueno con los niños, pero su energía requiere una salida y debe ser adiestrado. El Treeing Walker Coonhound vive un promedio de 12 a 13 años. 



Temperamento
Los Treeing Walker Coonhounds son cariñosos, inteligentes, seguros y disfrutan de interactuar con los humanos. Son buenos perros de compañía para un dueño que comprenda las características de la raza y esté dispuesto a trabajar con su naturaleza consanguínea como perro de caza. En cuanto al olfato, son incansables, alertas e intensos. En casa, son amantes apacibles y sensibles de la comodidad.


Los Treeing Walker Coonhounds se llevan bien con otros perros y con niños. Como la mayoría de los perros, tienen un temperamento tranquilo y es difícil molestarlos o hacerlos agresivos con las personas o con otros perros. Con entrenamiento, pueden coexistir con animales pequeños como los gatos, a pesar de su naturaleza de cazadores de animales pequeños.