El leal Moloso es respetuoso y cariñoso con su familia, estableciendo vínculos estrechos, aunque es muy cauteloso con personas nuevas. Es conocido por ser territorial y puede ser agresivo con quienes considera una amenaza, lo que significa que incluso la visita de un amigo puede hacerlo enfurecer. No solo es un perro guardián que alertará si alguien entra en la propiedad, sino también un perro guardián completo. Fue criado para no temerle a nada ni a nadie, ya sea lobo o humano. Debido a su gran seguridad, no es un perro tímido ni ansioso; de hecho, es bastante tranquilo y distante la mayor parte del tiempo. Sin embargo, su confianza implica que su dueño debe estar informado y siempre atento a posibles situaciones que podrían convertirse en problemas (como la visita inesperada de un vecino).
El Moloso generalmente se considera protector de todo lo que le pertenece, incluyendo a los niños de la familia. Sin embargo, debido a su gran tamaño y fuerza, requiere supervisión cerca de niños muy pequeños. Tenga en cuenta que, al igual que otras razas LGD, es probable que trate a los niños desconocidos de forma muy diferente. ¡Este no es un perro para quienes tienen muchos niños en casa! Debido a su función original de guardián y su naturaleza territorial, tampoco sería una buena mascota para alguien interesado en ir al parque para perros o socializar con otros perros. Es una raza seria, propensa tanto a la agresión hacia perros como a la agresión hacia humanos.
Debido a su temperamento sensato, es vital que el Moloso de Épiro sea socializado extensamente desde pequeño y reciba entrenamiento de obediencia con regularidad. Es extremadamente independiente y no es probable que sea un perro de obediencia que se presione a la fuerza, ¡pero aun así debe ser entrenado! Criado para tomar decisiones por sí mismo, puede que el entrenamiento le resulte una tarea difícil, por lo que es responsabilidad del dueño/entrenador convertirlo en una experiencia enriquecedora. También es importante tener en cuenta que la raza tiende a tener una personalidad dominante y es probable que intente imponer las reglas de la casa. ¡Otra razón más por la que un dueño debe tener experiencia en la crianza de perros de temperamento similar! El entrenamiento debe ser firme pero respetuoso, y los dueños deben ser pacientes pero inflexibles. Este perro inteligente también necesita estimulación mental regular en forma de rompecabezas, juegos y, posiblemente, también deportes caninos.
El Moloso de Épiro requiere ejercicio, aunque no mucho. No suele ser particularmente atlético ni ágil, pero se deleita paseando. Debido a su gran tamaño, no se le debe hacer ejercicio en exceso de joven, y los paseos largos deben esperar hasta que sus cartílagos de crecimiento se hayan cerrado para evitar posibles lesiones o futuros problemas de displasia de cadera. Si bien esta descripción puede parecer que la raza es algo delicada, en realidad no es del todo así, y su esperanza de vida promedio es sorprendentemente larga para un perro de este tamaño: ¡alrededor de 14 años! Además, lo que le falta en agilidad lo compensa con resistencia.
Publicado en Academic Hound