Nuestro amigo, el zoologo de la Univ. de Parma Alberto Bertelli tiene sin embargo una teoría distinta. Alberto realiza actualmente un catalogo-atlas de razas europeas no reconocidas por la F. C. I. (Federación Cinológica Internacional), habiendo investigado la friolera de 800 razas, con atención especial a los perros de Pastor, Galgos, Molosoides, tipo primitivo y spitz, de las cuales habría vigentes unas 300. A diferencia de Presberg, él piensa que aunque la mano del hombre pueda estar implicada en la formación de estas (además de otras) razas de perros pastor y a pesar de los cruces que pueden haber ocurrido entre ellas, es estadísticamente muy improbable que “aparecieran” en distintos lugares, y simultáneamente o casi, poblaciones de perros especializados de tan alta diversidad, hecho que en la historia de las razas de los perros nunca ha ocurrido. Además, la evidencia histórica muestra que algunos perros de este tipo se encuentran en la más remota antigüedad en occidente, y sólo recientemente (siglo XIX) en el Este de Europa.
Según él, la “raíz” de los perros de pastor hay que buscarla en Oriente Medio: según los últimos análisis el Corgi Galés y el Canaán Dog serían los más cercanos a la forma ancestral de los perros pastores, antepasados que habrían aparecido en correspondencia cronologica y geografica con la cultura Natufiense. Sin embargo, el perro de Canaan no expresa el instinto de pastoreo tan alto que tienen los típicos perros de pastor (como el Carea o los collies) y no sabemos que grado de capacidad tendrían esos ancestros primitivos para recoger, conducir o separar el ganado. A pesar de que los antepasados de los perros pastores actuales hubieran llegado desde el Este, Bertelli piensa que la formación (tanto por selección artificial y ambiental) de el “verdadero” perro pastor se llevó en el Oeste de Europa, en sucesivos momentos respecto a las migraciones indoeuropeas y en una definida zona geográfica. Durante la difusión, estos perros venidos del Este, habría sufrido mestizajes y se habría adaptado, de vez en cuando, a los diferentes tipos de territorio y a la gestión del ganado local, generando las diversas razas; así por ejemplo, un Carea Castellano no es un pastor Apuano italiano, incluso pareciendose y compartiendo los mismos ancestros.
Dada la falta de testimonios escritos antiguos, Bertelli recopila información basada en la tradición oral, grabados, aportes de estudiosos y aficionados al perro en distintos paises etc, y encuentra un denominador común: las razas de pastores mejores y más especializadas, además de una estructura física similar y un coeficiente intelectual muy alto, a menudo demuestran una característica común: la presencia del gene “merle” (alelo Mm), que es uno de los líderes de la capa definida precisamente “merle” (capa arlequinada): en síntesis los perros similares a los Collies, capa que también encontramos en el Carea Castellano. Siguiendo esta pista para comprender dónde se inició el linaje de los perros pastores, Bertelli a diferencia de Presberg cree que no se presentaron a la misma hora en muchos lugares, al contrario, si en una zona y en un período histórico bastante precisos.
Así no aparecen perros pastores especializados hacia el este del área balcánica, y no hay representaciones pictóricas antes del Renacimiento; en Italia no hay pruebas en el periodo romano, ya que autores romanos como Lucius Giunius Moderatus Columella e Marcus Terentius Varro describieron sólo perros pastores similares a los modernos Maremmano Abruzzese o al Mastín del Pirineo; en Alemania los Altdeutschen Hütehunden parece que llegaron de España en el siglo XVIII con las ovejas Merinas; en Francia perros similares están casi extintos, pero sobrevive el Berger de Savoie que apareció aquí probablemente después de la Edad Media; el Mudi apareció en Hungría en el siglo XIX, pero de una manera no bien clara; en Italia tenemos el raro Cane Paratore (Paratore es sinónimo de “Carea”); sobre esto hay que señalar que el término “Paratore” no se deriva del latín clásico, donde el verbo “parare” significa “preparar”, sino de el vulgar latino de la Edad Media que significa “llevar, conducir”, por lo que es probable que los perros pastores hayan aparecido en Italia en la Edad Media y no antes. Sobre los Alpes italianos encontramos el Cane di Oropa y el Stonecorner's Cattledog; en los Apeninos encontramos, además de el Cane Paratore italiano, también el pastor Apuano.
En definitiva, la teoria de Bertelli es que estas razas especializadas (a las que también pertenece el Carea Castellano) se formaron en el extremo de Europa occidental, en el contexto céltico antes de la dominación romana, y si su teoría es correcta, las razas más antigüas de las cuales han surgido todos estos perros actuales, se fueron seleccionando en un arco entre España y el norte de Italia. Aunque morfológicamente similares, estas razas difieren en el trabajo técnico: el perro de Oropa y el Stonecorner's Cattledog son utilizados principalmente para el ganado bovino, el Paratore italiano y el Pastor Apuano para el trabajo con las ovejas, ya que las llevan tocandolas con el hocico o el hombro (de hecho al Cane Paratore italiano también se le llama “Perro tocador”); por otra parte, a diferencia de las razas - por ejemplo - británicas, el Cane Paratore al igual que el carea trabaja en equipo (generalmente tres elementos), una herencia que procede de la técnica de caza del lobo.
A pesar de todos estos indicios morfologicos e historicos, la última palabra es siempre de la genética y esta -sobre el estudio de la evolución del perro- esta todavía en el principio y sólo respecto a las razas reconocidas por la FCI, así que según Bertelli con el grado de investigación actual solo puede confiarse únicamente en los indicios y deducciones (teniendo siempre en cuenta un cierto grado de duda...)
LOS PERROS PASTORES EN LA PENINSULA IBERICA