1. Hay razas 'potencialmente peligrosas'
"Bajo la definición de 'razas potencialmente peligrosas' se engloban los perros más fuertes y con más carácter, las razas de defensa. Realmente, no podemos hablar de una raza que sea 'potencialmente peligrosa', sino de un 'propietario potencialmente peligroso'".
Esta premisa parte de que los perros se comportan como sus dueños les enseñan, por lo que, si la persona que lo educa le enseña a atacar o a ser agresivo, el perro lo será. "Aunque hay razas más predispuestas a ciertas actitudes, por sus orígenes, no las desarrollan si no se les inculcan", aseguran.
2. Los perros de pura raza tienen peor salud que los mestizos
Otro mito muy extendido es "el que afirma que los perros de raza pura, es decir, los que tienen pedigrí, tienen peor salud que los que tienen padres de diferentes razas (mestizos)".
Sin embargo, el hecho de que dos razas se mezclen no está relacionado con la fuerza o resistencia de la raza en sí. "Los veterinarios aseguran que no es cierto, ni está demostrado". Eso sí, lo que sí puede haber son razas concretas más susceptibles de tener un peor estado de salud y perros 'milleches' (no mestizos de razas puras), muy vigorosos. No confundamos un cruce de bulldog francés con beagle que un mestizo de generaciones.
3. Un año de un perro equivale a siete años de un humano
Este es uno de las creencias más populares sobre los perros. "Desde siempre se ha dicho que un año de un perro equivale a siete años en la vida de una persona. Así los casos de perros que viven hasta 16 años, por ejemplo, supondría que alcanzan una edad de 112".
"Es algo totalmente falso. No hay evidencia de que esto sea así, pues los perros tienen un ciclo de vida diferente al del ser humano y no debe tomarse esa referencia", desmienten.
4. A los perros les gustan los huesos
¿Cuántas veces hemos visto en las películas y las series de televisión a un perro con un hueso en la boca? Que a los canes les chiflen los huesos es uno de los grandes mitos que han dado la vuelta al mundo.
"Los veterinariosa firman que tan siquiera es bueno para ellos alimentarse de esta forma". "No obstante, cuando no tienen otra cosa que comer, su dentadura les permite romperos y comer la médula, pero no deben alimentarse de ello normalmente".
5. Ven en blanco y negro
Otra de las creencias más extendidas sobre los perros es que éstos no ven los colores, si no que ven en blanco y negro. "Este axioma tampoco es cierto", desmienten desde la Real Sociedad Canina de España. "Los perros ven en color, aunque éste es diferente al que vemos los humanos".
"Además, ellos son capaces de ver en la oscuridad y nosotros no, pues tienen una capa de células en la retina que les facilita la visión nocturna".
6. Las hembras deben ser madres para estar sanas
Siempre se ha dicho que las perras hembras deben ser al menos madres una vez para mantener su salud, sin embargo, no es cierto que tengan que pasar por un embarazo para no caer enfermas ya que "el hecho de parir no les inmuniza".
"Además, no es recomendable que se tengan cachorros si no se desean, de ahí que a muchas de ellas se les esterilice". "Tener descendencia no va a mejorar su salud".
Este es un mito muy extendido y un error común de principiante, ya que muchas personas con perros esperan hasta que sus peludos son mayores para implantarles el chip de identificación.
"Se trata de algo muy grave porque, una vez que empiezan a salir a la calle, son susceptibles de perderse o incluso escaparse, por lo que sin chip, será mucho más difícil dar con ellos". "El chip debe ponerse a la vez que el primer ciclo de vacunas".
8. Los perros pueden comer lo mismo que los humanos
Aunque en los últimos años se ha puesto de moda alimentar a los perros con otros tipos de comidas más allá del pienso, hay ciertos productos que no deben comer. "La comida de los perros no puede, ni debe ser la misma que la nuestra, ya que su aparato digestivo es diferente".
"Ellos necesitan una cantidad de minerales y vitaminas distinta a la de las personas, por lo que no se les puede alimentar de nuestra propia comida", añaden. "Para empezar, su intestino es más corto, por lo que no pueden digerir bien muchos de los alimentos e ingredientes que nosotros tomamos. Por ello, deben tener su alimentación especial, normalmente adaptada a su peso y características".
9. Si la nariz y el hocico están secos, tiene fiebre
También es un falso mito aquello de que cuando nuestro perro tiene el hocico y la nariz seca quiere decir que tiene fiebre. "No significa que esté enfermo".
La única forma que tenemos de saber si nuestro perro tiene fiebre es "midiéndole la temperatura con un termómetro por vía rectal", añaden.
10. La boca de los perros está más limpia que la nuestra
Otro mito muy extendido es el que afirma "que la boca de estos animales está más limpia y tiene menos bacterias que la nuestra", algo que es totalmente falso.
"Como aseguran los veterinarios, no hay evidencias científicas de ello, por lo que cuando nuestro perro nos de lametones en la cara no debemos pensar que no ocurre nada".