Historia del origen
Las primeras menciones de la raza se remontan a antiguas leyendas, a las epopeyas tibetanas, chinas y kirguisas. El perro se describe como un amigo intrépido enviado por los cielos. Los ancestros del Taigan vagaban con los pueblos tribales kirguises. Acompañaban a sus amos, realizando diversas funciones. La principal era la caza. Se han encontrado rastros de galgos kirguises tanto en Asia central como en Siberia. En las montañas Tien Shan, situadas en el territorio de cinco países, los animales han vivido durante muchos siglos. Así, los representantes de los Taiganes participaron en la cría de muchas razas. No hay datos oficiales sobre la aparición y distribución de los perros; sólo quedan conjeturas de los científicos.
El lebrel kirguís se considera más un perro de montaña que un perro de estepa. Hasta hoy, los representantes de la raza actúan como compañeros de los cazadores de montaña. Los animales desempeñan su función incluso a 4.000 metros de altitud, lo que se considera un fenómeno de lebreles.
En los años 30, la URSS comenzó a registrar oficialmente a los representantes de los Taiganes. Pero el estándar no se adoptó hasta 1964. La Segunda Guerra Mundial detuvo el desarrollo de la raza. Al igual que otros perros, nadie se ocupó de los galgos durante la guerra y durante los cinco años posteriores. En 1995, el сonsejo de adiestradores de perros de Kirguistán adoptó un nuevo estándar para la raza. Hoy en día, en el país de origen, los perros siguen siendo populares entre los cazadores. No esta reconocido por la FCI.
Apariencia: altura, peso, pelaje, color
Los representantes de la raza están dotados de un cuerpo esbelto y recortado. Cabeza larga en forma de cuña con hocico recto. Ojos ovalados de color marrón. La nariz es negra o marrón oscura. Las orejas caídas están pegadas a la cabeza y alcanzan unos 18 cm. Las patas delanteras, largas y delgadas, son rectas. Las patas traseras están colocadas hacia atrás y paralelas entre sí. La cola es fina y tiene forma de sable.
El pelaje del Taigan es alargado y suave. Es más corto en los lados y en la espalda. Se reconocen oficialmente el negro, el blanco, el blanco y negro, el gris y los tonos pálidos. Los colores marrones y jaspeados se consideran una desviación.
Descripción
Como miembro de la familia de los galgos, el perro ha expresado claramente sus instintos de caza. Si el animal vive en un apartamento, hay que vigilarlo al aire libre. No se negará a cazar pequeños animales por deporte. Al mismo tiempo, los Taiganes no son agresivos con los humanos. Rápidamente encuentra contactos y se convierten en los mejores amigos. Para el lebrel kirguís, la conexión con el dueño es extremadamente importante. A lo largo de su larga historia, han convivido con los humanos. Se llevan fácilmente con otros perros en la misma casa. Pero si se coloca un gato bajo el mismo techo que el lebrel kirguís, puede surgir un conflicto. En este caso, es mejor introducirlos a una edad temprana.
El nivel de energía de la raza es alto. Por lo tanto, se requieren largos paseos regulares. El perro se lleva mejor en un hogar privado con un área grande para actividades.
Cuidados
Peine el pelo largo de su mascota una vez a la semana con una maquina peletera. En el período de otoño-invierno, durante la fase de muda activa, repite el procedimiento todos los días. La mascota no necesita cortes de pelo. Bañe al Taigan no más de cuatro veces al año.
De vez en cuando, sobre todo después de un ejercicio vigoroso y de paseos por el parque, comprueba tus oídos, ojos y dientes. Limpia las orejas y los globos oculares con un algodón con agua o una solución especial. Se recomienda desparasitarlo y vacunarlo dos veces al año.
Utilidad
Debido a sus instintos naturales de caza, los Taiganes necesitan un entrenamiento activo. En su ausencia, los animales pueden deprimirse. Es una raza de caza fuerte, de vista aguda y viciosa, con un sentido del olfato pronunciado. Usado para la caza de lobos, zorros, tejones, gatos salvajes, etc.
Enfermedades comunes
Este animal resistente goza de buena salud. Los Taiganes no tienen ningún problema especial. Gracias al apoyo inmunológico, al adiestramiento y a los cuidados adecuados, los perros viven hasta los 18 años.
