Origen del gato LaPerm
El origen del gato LaPerm se encuentra en los Estados Unidos, en concreto en el estado de Oregón. Es una raza todavía poco extendida fuera de este país. Quizás porque su aparición es muy reciente. Esta se data en la década de 1980.
Los gatos LaPerm surgen debido a una casualidad: una alteración genética producida de manera espontánea. Esta se manifestó en algunos gatitos de una camada que presentaron la peculiaridad de poseer un pelaje rizado muy llamativo. Este rasgo diferencial, que les confiere un aspecto permanentemente desaliñado, llamó la atención de varios criadores.
Así comenzó el interés por desarrollar la raza, lo que se hizo mediante cruces entre los gatitos con este tipo de manto. El objetivo era mantener el rizo que se ha convertido en característico. Las camadas de LaPerm podían nacer sin pelo, con el pelo muy rizado o con el pelo liso. La FIFe la reconoció como raza en el año 2005.
Características
La complexión de los gatos LaPerm es elegante y fuerte, aunque la musculatura queda disimulada por el pelaje. La cabeza es triangular, de hocico alargado y recto. Las orejas son anchas, triangulares y con una ligera inclinación hacia delante. Los ojos son ovalados y de diferentes colores, desde el dorado hasta el azul. Pueden ser uno de cada color.
La cola es gruesa y está recubierta por una capa de pelo largo y denso. La raza está incluida en la categoría II de la Federación Internacional Felina como gato de pelo semilargo. Pero, en el caso de LaPerm, existe también una versión de manto corto. Respectivamente se denominan LaPerm longhair y LaPerm shorthair.
El pelo se caracteriza por ser suave, pegado al cuerpo y ondulado/rizado, con rizos más o menos apretados y largos, que van desde ligeras ondulaciones a auténticos tirabuzones. Este es su rasgo físico más destacado. Los rizos acostumbran a ser más evidentes en cuello, abdomen y por detrás de las orejas. Se admiten todos los colores y patrones.
Temperamento
En líneas generales, los gatos de esta raza son muy cariñosos, tranquilos y dóciles. Les gusta pasar tiempo con sus cuidadores, más exactamente encima de ellos, y aceptan bien las caricias y los mimos. De hecho, son ellos mismos los que buscan la compañía. Pueden maullar para llamar nuestra atención.
Suelen convivir sin ningún problema con niños y otros animales, siempre que nos preocupemos por hacer las presentaciones adecuadas para evitar problemas de comportamiento. Pero la consecuencia de su afectuosidad es que pueden surgir problemas si se ven obligados a quedarse solos durante muchas horas seguidas.
Su sociabilidad los hace también obedientes, por eso llegan a atender órdenes e incluso a aprender algunos trucos. Además, son inteligentes, juguetones y, como buenos gatos, se muestran activos y curiosos. Les encantará disponer de lugares elevados a los que subirse para vigilar todo lo que sucede en su entorno.
Consejos y cuidados
Los gatos LaPerm se adaptan a la vida tanto en apartamentos como en casas en las que dispongan de acceso al exterior. A pesar de la fama de independientes que se les atribuye a todos los gatos, los LaPerm tienen una alta necesidad de contacto con su familia humana. Por ello no son gatos adecuados para pasar horas ni mucho menos días en soledad.
Si queremos adoptar un LaPerm debemos poder dedicarle tiempo. También tenemos que tener en cuenta que necesitará lo que se denomina ambiente enriquecido. Esto supone proporcionarles espacio donde jugar y correr, rascadores, lugares a los que trepar, escondites y juguetes variados.
Así lo estimulamos a nivel físico y mental y prevenimos problemas de sobrepeso y de comportamiento. Puede aprender a traernos la pelota. En cuanto a la higiene, el pelaje necesitará más o menos cepillados en función de su longitud. Con ello mantendremos el manto sano y sin enredos, a la vez que prevenimos la formación de bolas de pelo.
Enfermedades
Hasta el momento, los gatos LaPerm se han mostrado sanos. Dado que es una raza muy reciente, todavía no figuran enfermedades congénitas que les afecten. Un punto de atención para mantener la salud es el pelaje. Cuanto más largo sea, más probable es que el gato ingiera grandes cantidades durante su autoacicalado.
La ingesta de pelo, mezclado con los jugos gástricos y los alimentos, acaba por formar las conocidas bolas de pelo o tricobezoares. Estas pueden provocar molestias a nivel digestivo, en algunos casos de gravedad. Para evitarlas se requieren cepillados regulares, alimentación de calidad con un buen aporte de fibra y una correcta hidratación.
Por último, recordamos su necesidad de compañía. Si pasa demasiado tiempo en soledad pueden surgir problemas de comportamiento derivados del estrés que sentirá. Este tipo de trastornos deben ser resueltos por un profesional de la conducta felina.