HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




viernes, 23 de diciembre de 2022

TENER PERRO NO ES OBLIGATORIO, POR MELISA TUYA


Tener perro no es algo obligatorio. Si solo abrieran su hogar a estos animales aquellas personas que han reflexionado bien lo que supone, no nos encontraríamos con decenas de miles de abandonos cada año. Esa  imagen idealizada de la familia perfecta en la que siempre hay un perro sonriente ha hecho mucho daño, y las redes sociales no están mejorando la situación. Tener perro no es obligatorio. Existen muchos desacuerdos y cuestiones abiertas a la discusión en el mundo de la protección animal, pero esto es algo en lo que hay consenso.
¿Es maravilloso tener perro? Para mí y para muchos sí, pero para tantos otros puede ser una  molestia e incluso un verdadero quebradero de cabeza y fuente de infelicidad para todos, humanos y canes. Hablamos de una responsabilidad que puede superar holgadamente la década, que se traducirá en gastos, en cambios de planes y en adaptar tu vida y dedicar tiempo a ese animal. 


Diez situaciones, solo diez de las más típicas traigo aquí para ayudar a reflexionar sobre la idoneidad de tener perro. Hay muchas más, por supuesto, pero pueden ser un buen punto de partida para valorar si momentos como las siestas compartidas en el sofá o la felicidad de verle correr convertido en alegría pura compensan los esfuerzos y sacrificios que implica tener un perro.
Empecemos por imaginar el tener que interrumpir una de esas sobremesas agradables como interminables o una divertida noche de reencuentro con esos amigos tan especiales que tan complejo es reunir para regresar a cumplir con nuestras obligaciones: alimentar y bajar a la calle a pasear y que haga sus necesidades. Por supuesto es obligado recoger siempre sus deposiciones, aunque nos acaben de operar de la rodilla o esté con diarrea. También hacer acopio de fuerzas y salir con él a la calle aunque nos duela la barriga, la cabeza o el corazón. ¿Estás dispuesto?


Por supuesto, va a tocar madrugar más de lo que nos correspondería si no tuviéramos perro. Si nadie comparte la responsabilidad de cuidarle eso de despertar en vacaciones o los fines de semana a la hora de comer tampoco se contempla. Como mucho se puede madrugar, pasear y volver a la cama. ¿Conforme? 
Tener perro también nos va a ayudar a asumir el valor relativo de los objetos. Puede  darle por roer todas las patas de las sillas siendo cachorro o que estropee el suelo de su rincón favorito si le escapa el pis siendo anciano. Las cosas son solo cosas, ninguna vale más que tu perro. ¿Estás de acuerdo?


Existe además la obligación diaria, y no pequeña, de alimentarle a su hora, tener siempre agua fresca a su disposición, jugar con él, educarle y atenderle en lo que necesite. Formarnos además para entender su naturaleza y necesidades y cómo dar respuesta a ellas. Mucho tiempo, que es el bien más valioso y escaso que tenemos. ¿Te parece bien?
Olvida esa casa de alquiler que parecía perfecta porque no admite perros. No podrá ser tu hogar. La oferta inmobiliaria se va a reducir notablemente. En muchos pisos de la playa, establecimientos rurales y hoteles va a pasar lo mismo. A seguir buscando, tal vez a pagar más por algo peor para poder estar juntos. 
Sigamos con las vacaciones. Si no puede acompañarte, tendrás que planificar qué hacer con él y su bienestar esos días que no vas a estar a su lado. Por suerte hay buenos cuidadores y residencias caninas. No es nada que no se arregle con dinero. Un dinero que hay que estar dispuesto a gastar.


Tener un perro no es obligatorio y además cuesta dinero. En alimentación, desparasitaciones, vacunas, accesorios... Incluso puede suponer bastante dinero de golpe e imprevisto si surge la necesidad de afrontar un tratamiento veterinario o etológico o acudir a un educador canino por un problema de salud o conducta.
No sucede siempre, pero tampoco es raro que haya que gestionar problemas de incompatibilidades familiares o de amistades por alergias, miedos o poca afinidad con los animales. Tal vez haya tradiciones a modificar o interrumpir, relaciones que se resientan. ¿Todo bien?


Obviamente hay matices: hay pisos y casas con terreno; hay perros más y menos demandantes; hay familias amplias con varios miembros implicados y otras en las que uno asume toda la responsabilidad; hay hogares que tienen el dinero por castigo y otros para los tener un can al que dedicar tiempo es una bendición. Pero en todos los casos, en absolutamente todos ellos, un animal sigue siendo una responsabilidad enorme durante muchos años y se sigue cumpliendo que tener perro no es obligatorio.





Escrito por Melisa Tuya en 20minutos