HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




viernes, 16 de diciembre de 2022

¿QUÉ ES UN PERRO REACTIVO? POR ROSANA ÁLVAREZ


Tener un perro reactivo con la correa es un mal generalizado hoy en día. Casi todas las semanas nos llama alguien que tiene ese problema en mayor o menor medida. Seguro que mientras lees te estás sintiendo identificado.
Bien, ¿qué es un perro reactivo? Es aquél que cuando le colocamos la correa comienza a comportarse de manera incontrolable en presencia de ciertos estímulos (otros perros, personas, motos, etc).
¿Por qué se comporta así un perro? Bueno, las causas son muy variadas: defecto en la socialización temprana, miedos y fobias, ansiedad, educación inconsistente o basada en castigos, excitación excesiva, deseos de saludar, juego, etc. Pero sea por uno u otro motivo subyacente, lo que quiere básicamente el perro es alejarse del estímulo que considera amenazante o bien acercarse para mantener un contacto social.


¿Un perro reactivo es un perro agresivo? ¡Rotundamente no! Pero desgraciadamente se confunde una cosa con la otra. Creemos que un perro que reacciona así nos quiere morder. Otra cosa es que este perro aprenda que mordiendo la amenaza se aleja, lo que constituye un refuerzo negativo que haría que la conducta se repitiera. O que cuando se acerca la persona lo acaricia, lo que constituiría un refuerzo positivo.
El mayor problema con estos perros es que sus dueños no entienden lo que el perro quiere, y como frecuentemente se malinterpretan sus pretensiones, comenzamos a probar opciones: castigarlo tirando de la correa, tranquilizarlo cuando ocurre, someterlo, asumir que «mi perro es así».


Ninguna de estas opciones trata realmente el problema de base, porque o bien refuerza el comportamiento, o bien le crea al perro más estrés y ansiedad.
¿Cómo actuamos entonces? Bueno, lo primero por supuesto sería obtener un diagnóstico de un especialista. Aunque aquí expongamos resumida y superficialmente el tema, cada caso requiere un análisis particular y una aplicación asesorada del tratamiento correspondiente.
Como hemos dicho más arriba, al perro le supone una amenaza un estímulo determinado y quiere alejarse de él, o bien acercarse de manera poco controlada. Tenemos que entender esto y no intentar someter al perro al máximo nivel de estimulación pretendiendo que se acostumbre.
Lo primero que tenemos que hacer es dejar de someter al perro durante un tiempo al estímulo en cuestión. Mientras, trabajaremos la obediencia relajada (con refuerzo positivo), someteremos a nuestro perro a una rutina de ejercicio físico y mental, para conseguir un estado general de homeostasis, si es necesario positivizaremos el uso del bozal, y por supuesto, haremos todo esto de manera positiva y consistente.


Una vez conseguido, comenzaremos a introducir en el paseo el estímulo en cuestión, por supuesto a una distancia que nuestro perro tolere. Cuando detectemos el estímulo comenzaremos a distraer al perro, con premios de comida o juego y palabras agradables o practicando señales de obediencia relajada. Cuando el estímulo haya pasado y estemos a una distancia prudencial nuestro perro ya habrá conseguido lo que quería, alejarse del estímulo, y nosotros también, que no ladre ni salte hacia él. Por lo tanto aquí paramos y le damos el premio gordo (comida, caricias, fiesta).
En el caso de que la motivación sea acercarse para saludar o jugar, haremos el mismo trabajo y el refuerzo positivo final será dejarlo que salude.
Este trabajo se llama desensibilización y contracondicionamiento, y es un trabajo de mucho tiempo. Por supuesto, mientras lo hacemos, el perro no debe enfrentarse al estímulo en toda su magnitud, o daremos de nuevo pasos hacia atrás.


Si practicamos este ejercicio todos los días, podremos ir reduciendo cada vez más la distancia al estímulo, muy gradualmente, de manera que podamos llegar a estar muy cerca sin que haya reacción. Así que… ¡a trabajar!
Pero recuerda, esto es solo una aproximación general. Recomendamos que cada caso debe ser analizado individualmente por un especialista veterinario en comportamiento.





Por Rosana Álvarez en Etolia