Es que muchos animales no solo se asustan sino que también se estresan con los ruidos fuertes, lo que puede desencadenar actitudes inesperadas y peligrosas, que pueden atentar contra ellos mismos, como huidas, golpes y desorientaciones que pueden derivar en extravío.
Como explica Marisol Rey, adiestradora profesional y directora de Patita Patita Adiestramiento, todos los animales pueden sufrir con los ruidos de la pirotecnia, los perros especialmente.
Por qué sufren con la pirotecnia
Como una manera de concientizar respecto a lo inadecuado de su uso, antes de enumerarlas, la entrenadora explica por qué los animales sufren tanto con la pirotecnia y advierte respecto a los riesgos que acarrea.
“La principal razón del miedo a la pirotecnia tiene una base biológica", introduce.
"En condiciones naturales, los sonidos de tono grave e intensidad alta corresponden a eventos peligrosos, como tormentas eléctricas, terremotos, erupciones volcánicas; y esto hace que el miedo instintivo a ese tipo de estímulos sonoros sea favorable para su supervivencia. La evolución de la especie tiende a fortalecer ese miedo en los animales", analiza.
Por otro lado, explica que la capacidad auditiva de los perros es mucho mayor que la de la especie humana, por lo que son más sensibles que nosotros a los sonidos altos.
Si bien nosotros naturalizamos este tipo de ruidos, lo cierto es que los perros lo viven como una amenaza, además de que desconocen su duración, no saben que durarán un período breve.
“Ellos son incapaces de comprender que esos sonidos son producto de algunos humanos festejando, que es esporádico, que va a pasar solo y que provienen de fuentes que no representan un peligro inmediato para ellos”, comenta.
Rey da cuenta de algunas cuestiones a tener en cuenta si lo que se quiere es averiguar si nuestro perro sufre con los ruidos fuertes propios de la pirotecnia.
También indica que los siguientes síntomas pueden darse de a uno, o de a varios:
Hiperactividad: es cuando por ejemplo el animal se pone a deambular excesivamente por la casa, o intenta esconderse en distintos lugares, lo cual también puede implicar que se refugie en espacios peligrosos o poco propicios. Pueden estar inquietos, rascando el piso, o solicitando la atención de las personas en forma nerviosa.
Hiperreactividad: el perro puede intentar huir ante cualquier sonido repentino, incluso antes aquellos menos estruendosos que el estallido de pirotecnia. Rey advierte que algunos pueden reaccionar agresivamente si se los intenta forzar físicamente en estas situaciones. “Está intentando correr por su vida, y si lo detenemos puede querer soltarse a toda costa, hay que tener cuidado”, alerta.
Hipervigilancia: El perro está observando permanentemente su entorno, moviendo la cabeza en todas direcciones.
Incapacidad para permanecer solo: Si se lo intenta encerrar, los signos de miedo aumentan y puede querer retenernos utilizando su boca para agarrarnos.
Vocalizaciones: aun cuando no esta solo, puede ladrar, gemir o aullar.
Síntomas clínicos: Taquicardia, jadeo excesivo, babeo, dilatación de las pupilas, cola baja o entre sus patas traseras.
Si ya se sabe que el animal va a sufrir, hay algunas cosas que pueden hacerse antes de que efectivamente lleguen los días festivos.
Lo primero es asesorarse con algún profesional especializado en comportamiento canino, para que pueda brindarnos técnicas para prevenir, reducir y tratar el miedo o fobia de nuestro perro a los ruidos, y específicamente a la pirotecnia.
En este sentido, destaca la importancia de no medicar a la mascota por nuestra cuenta, sino consultar con el veterinario. “El mal uso de los psicofármacos indicados para este fin puede ser muy peligroso”, advierte.
“Si van a estar en un lugar donde no se puedan accidentar o destruir cosas, lo mejor es evitar medicaciones”, aconseja.
Luego, debe organizarse el espacio en el que pase las Fiestas el perro.
“Idealmente, no dejarlo solo. Tratá de que tu mascota haga mucho ejercicio durante el día para que a la noche pueda dormir mejor.
Rey indica además que el miedo puede llevar a la mascota a intentar huir corriendo y, para que no escapen, hay que cerrar bien las ventanas y puertas.
“Evitar perderlos de vista cuando ocurran los ruidos más intensos. Ellos pueden encontrar lugares para salir que nunca utilizaron antes por la desesperación ante el miedo”, advierte.
También recomienda chequear, por las dudas, que tenga en su collar una chapita con el nombre y el teléfono para que puedan localizar a sus dueños en caso de que escape.
Lamentablemente esto es, al parecer, bastante común. "En las fiestas miles de perros se pierden escapando de su hogar aterrorizados".
El perro no debe quedar al aire libre, o expuesto al posible contacto con elementos pirotécnicos.
En caso de estar con el animal cuando se producen ruidos fuertes, debemos evitar sobrecargarlo con mimos, abrazos y caricias.
“Dale su espacio, dejá que él busque el lugar donde se encuentre más cómodo y protegido. Si querés podes acompañarlo sentándote o acostándote cerca de el mostrándote tranquilo”, sugiere.
Poner música o la tele en la habitación donde quedará el perro es una buena idea para evitar el contraste del silencio con las explosiones.
Por último, es ideal que coma varias horas antes de las 12, momento en el que se concentra una mayor cantidad de explosiones, y que tenga agua fresca a disposición.
“Podemos dejar al perro por unos días sin sus juguetes, huesos o golosinas especiales, para dárselas ese día cuando comienzan los primeros ruidos, incluso invitándolo a jugar con nosotros pero sin insistir demasiado, debe ser algo lo más natural posible, puede que no le preste atención, no lo fuerces ni te preocupes, dejalo tranquilo en ese caso”, recomienda, para cerrar.