HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




miércoles, 31 de enero de 2024

LA GATA VASKA

«Mi abuela siempre decía que ella, mi madre y yo, su hija, sobrevivimos al duro bloqueo de Leningrado y al hambre sólo gracias a nuestro gato Vaska. Si no fuera por este animal pelirrojo, mi hija y yo habríamos muerto de hambre como muchos otros.
Todos los días Vaska salía a cazar y mi abuela preparaba un guiso con lo que traía.
Al mismo tiempo, el gato siempre se sentaba cerca y esperaba la comida, y por la noche los tres nos tumbábamos bajo una manta y él nos calentaba.
Sintío el bombardeo mucho antes de que se anunciara el ataque aéreo, empezó a dar vueltas y a maullar lastimosamente, mi abuela consiguió recoger las cosas y salir corriendo de la casa.
Cuando huyeron al refugio, como un miembro más de la familia, lo arrastraron con ellos y vigilaron que no se lo llevaran y se lo comieran.


El hambre era terrible. Vaska estaba hambriento como todos los demás y flaco. Durante todo el invierno y hasta la primavera, mi abuela recogía migas para los pájaros, y a partir de la primavera se iban de caza con el gato.
La abuela echaba migas y se sentaba con Vaska en la emboscada, su salto era siempre sorprendentemente preciso y rápido. Vaska estaba hambriento como nosotros y no tenía suficiente fuerza para quedarse con el pájaro.
Cogía un pájaro y la abuela salia corriendo de los arbustos y le ayudaba. Así, desde la primavera hasta el otoño, también comíamos pájaros.


Cuando se levantó el bloqueo y apareció más comida, e incluso después de la guerra, mi abuela siempre le daba al gato el mejor trozo. Lo acariciaba cariñosamente, diciéndole: eres nuestro sostén.
Vaska murió en 1949, mi abuela lo enterró en el cementerio y, para que la tumba no fuera pisoteada, puso una cruz y escribió Vasily Bugrov. Luego mi madre puso a mi abuela al lado del gato, y después enterré a mi madre también allí.
Así que los tres yacen detrás de la misma valla, como en la guerra, bajo una misma manta».