Conocido por sus retratos realistas de los indios navajos, este artista de Prescott, AZ, es un campeón de la composición, el detalle y el poder comunicativo. Su capacidad para afinar el tono preciso de una falda, la caída de la luz sobre una mejilla suave, los reflejos plateados y turquesas de la vestimenta nativa nos brindan más que solo pintura y lienzo. Técnicamente, Molnar tiene un excelente control de la superficie y el color, pero la importancia de la técnica se desvanece a medida que uno experimenta la presencia espiritual de sus imágenes. Sí, sus lienzos son precisos, pero el sentimiento que transmite está más allá de toda descripción.
Molnar prefiere ubicar a sus sujetos en su entorno natural: paisajes escénicos, formaciones rocosas, un antiguo corral, y ha pintado a algunos individuos muchas veces a lo largo de los años, mostrando su crecimiento desde la niñez hasta la adolescencia. George se inspira en muchos artistas talentosos, incluidos su esposa Marcia, su hijo Ben y su hija Shasta, quienes continúan abriendo caminos artísticos propios. Capturando su percepción del espíritu de los nativos americanos y la vida occidental, Molnar ofrece una 'ventana' a este mundo y nos recuerda: "La pintura refleja lo que hay dentro de mí y cómo me sentía con respecto al tema".
Las pinturas de George Molnar se encuentran en numerosas colecciones de museos, incluido el Museo de Arte de Tucson, el Museo de Arte Occidental Desert Caballeros, el Museo Pearce y el Museo de Arte Phippen.
Known for his life-like portraits of the Navajo Indians, this Prescott, AZ artist is a champion of composition, detail, and communicative power. His ability to hone in on the precise tone of a skirt, the fall of light on a smooth cheek, the silver and turquoise highlights of Native dress brings more to our senses than just paint and canvas. Technically, Molnar commands superb control of surface and color, but the importance of technique fades as one experience the spiritual presence of his images. Yes, his canvases are precise, but the feeling he communicates is quite beyond description.
Molnar prefers to place his subjects in their natural settings: scenic landscapes, rock formations, an old corral, and he has painted some individuals many times over the years, showing their growth from childhood to adolescence.George draws his inspiration from many talented artists including his wife Marcia, son Ben, and daughter Shasta who all continue to blaze artistic trails of their own. Capturing his perception of the spirit of Native American and Western life, Molnar provides a ‘window’ to this world and reminds us, “The painting reflects what is inside me, and how I felt about the subject.”
Paintings by George Molnar are in numerous museum collections including the Tucson Museum of Art, Desert Caballeros Western Art Museum, Pearce Museum, and the Phippen Art Museum.