Gelert es un legendario wolfhound asociado con el pueblo de Beddgelert (cuyo nombre significa "Tumba de Gelert") en Gwynedd, noroeste de Gales. En la leyenda, Llywelyn el Grande regresa de cazar y encuentra a su bebé desaparecido, la cuna volcada y a Gelert con la boca manchada de sangre. Creyendo que el perro había devorado al niño, Llywelyn saca su espada y mata a Gelert. Después del aullido agonizante del perro, Llywelyn escucha los gritos del bebé, ileso debajo de la cuna, junto con un lobo muerto que había atacado al niño y había sido asesinado por Gelert. Llywelyn se siente abrumado por el remordimiento y entierra al perro con gran ceremonia, pero aún puede escuchar su aullido agonizante. Después de ese día, Llywelyn nunca volvió a sonreír.
Poemas y otras interpretaciones
Esta historia formó la base de varios poemas ingleses, entre los que se encuentran "Beth Gêlert; o la tumba del galgo" de William Robert Spencer escrito alrededor de 1800; "Beth Gelert" de Richard Henry Horne; "Gelert" de Francis Orray Ticknor y el poema dramático "Llewellyn" de Walter Richard Cassels. John Critchley Prince también alude al cuento en las líneas 24 a 29 de su poema "North Wales": "No has pisado el suelo con pie de peregrino/Donde duerme el canino mártir de la desconfianza,/Pobre Gelert, famoso en la canción, como un perro valiente/Como siempre protegió una granja, una choza o un salón,/O saltó exultante ante la llamada del cazador;/Como un hombre siempre agradecido relegado al polvo". [A pesar de esto, y a pesar de la presencia de un montículo elevado en el pueblo llamado Gelert's Grave, los historiadores no creen que Gelert haya existido alguna vez.
De hecho, el cuento aparece en numerosas culturas con pequeñas variaciones. El poema alpino de Liguria R Sacrifisi Dr Can , escrito en ligur, cuenta cómo un pastor disparó a su perro pastor después de encontrarlo cubierto de sangre de oveja, para luego encontrar un lobo muerto en el establo.
En la India, una serpiente negra reemplaza al lobo y una mangosta reemplaza al perro. En Egipto, cuenta la historia que un cocinero estuvo a punto de matar a un Wali por haber destrozado una olla de hierbas, pero luego descubre que la olla contenía una serpiente venenosa.
En el folclore malayo, una historia similar involucra a un oso domesticado, mantenido por un cazador malayo como guardián de su pequeña hija. Como en la historia de Gelert, el cazador regresa a casa de una expedición y encuentra a su hija desaparecida y al oso cubierto de sangre. Pensando apresuradamente que el oso ha devorado a su hija, el cazador la mata con su lanza, pero luego encuentra el cuerpo de un tigre, asesinado por el oso en defensa de la hija del cazador, que poco después emerge de la selva, donde se refugiaba.
En la película de Disney La dama y el vagabundo (1955), el vagabundo es llevado a la perrera después de que la tía Sarah lo encuentra en una guardería con la cuna volcada. En esta versión del cuento, la figura de "Gelert" es rescatada: Lady logra mostrarle a "Jim Dear" la rata muerta escondida detrás de una cortina, y los padres se dan cuenta de que Tramp en realidad salvó a su hijo de la rata.
En 2002, Incredible Story Studios hizo un cortometraje llamado "El regreso de Gelert", escrito por un escolar galés, que representa al fantasma de Gelert regresando para perseguir a Beddgelert a principios del siglo XXI .
La tumba de Gelert
Ahora se acepta que el pueblo de Beddgelert tomó su nombre de uno de los primeros santos llamado Kilart o Celert, más que del perro. El montículo "tumba" se atribuye a David Prichard, propietario del Goat Hotel en Beddgelert a finales del siglo XVIII, quien relacionó la leyenda con el pueblo para fomentar el turismo.
Sobre la supuesta tumba de Gelert hay dos monumentos de pizarra, uno en galés y otro en inglés. Este último dice:
TUMBA DE GELERT
EN EL SIGLO XIII, LLYWELYN, PRÍNCIPE DE GALES DEL NORTE, TENÍA UN PALACIO EN BEDDGELERT. UN DÍA SE FUE DE CAZA SIN GELERT "EL PERRO FIEL" QUE ESTABA INEXPONIBLEMENTE AUSENTE. AL REGRESO DE LLYWELYN, EL AUSENTE MANCHADO Y MANCHADO DE SANGRE, SALTÓ ALEGREMENTE AL ENCUENTRO DE SU MAESTRO. EL PRÍNCIPE ALARMADO SE APRESURÓ A ENCONTRAR A SU HIJO, Y VIÓ LA CUNA VACÍA, LA ROPA DE CAMA Y EL SUELO CUBIERTOS DE SANGRE. EL PADRE FRENÉTICO HUNDIÓ LA ESPADA EN EL flanco DEL PERRO PENSANDO QUE HABÍA MATADO A SU HEREDERO. EL GRITO DEL PERRO ATERRIZANDO FUE RESPONDIDO POR EL LLAMADO DE UN NIÑO. LLYWELYN BUSCÓ Y DESCUBRIÓ A SU HIJO ILESO, PERO CERCA YACÏA EL CUERPO DE UN PODEROSO LOBO QUE HABÏA MATADO GELERT; SE DICE QUE EL PRÍNCIPE, LLENO DE REMORDIMIENTO, NUNCA VILVIO A SONREIR.
ENTERRÓ A GELERT AQUÍ.
EL LUGAR SE LLAMA BEDDGELERT.