Un estudio genético reciente (Diogo Coutinho-Lima, H.G. Parker, et al. (2024) - Multiple ancestrys and share gene flow Among modern animal guardian dogs - iScience 27, 110396, 16 de agosto de 2024, 1-14) aborda la cuestión de Orígenes de los perros guardianes (LGD) según un nuevo enfoque. Estos perros se utilizan tradicionalmente para proteger al ganado de los depredadores y otras amenazas; su historia está estrechamente ligada a las prácticas agrícolas y las migraciones humanas. El estudio pretende comprender cómo las migraciones y las interacciones entre diferentes poblaciones de perros han influido en la diversidad genética y las características de estas razas.
Los resultados del estudio revelaron que los LGD exhiben un extenso flujo genético, lo que sugiere que no existe un origen único para estas razas. En cambio, este grupo de perros muestra una red de linaje compleja, con contribuciones genéticas de diferentes poblaciones de perros. Esto contradice la hipótesis tradicional de un origen único e indica que las migraciones históricas han jugado un papel crucial en la formación de las razas modernas.
El estudio identificó dos linajes distintos dentro de las LGD modernas, lo que sugiere que ha habido eventos de separación y diversificación a lo largo del tiempo. Estas líneas pueden reflejar diferentes prácticas de reproducción y necesidades locales, así como interacciones con otras razas de perros.
Las migraciones de ganado, que llevaron a los LGD a trasladarse con los ganaderos, facilitaron el flujo de genes entre diferentes poblaciones. Durante estas migraciones, los LGD interactuaron con perros callejeros y otras razas, contribuyendo a la mezcla genética. Este fenómeno es particularmente evidente en regiones donde las prácticas de trashumancia son comunes, como en Eurasia.
Otro hallazgo significativo fue que los LGD utilizados como mascotas muestran una tasa de endogamia más alta que los perros de trabajo. Esto puede deberse a prácticas de reproducción selectiva que tienen como objetivo mantener características específicas, pero que también pueden reducir la diversidad genética y aumentar los riesgos asociados con la endogamia.
El estudio concluye que las migraciones humanas y ganaderas han tenido un impacto significativo en la diversidad genética y la especialización de las LGD. Las interacciones entre diferentes poblaciones de perros, junto con las prácticas de cría y las necesidades locales, han dado forma a las características genéticas de las razas modernas. Este trabajo destaca la importancia de considerar influencias históricas y culturales para comprender la diversidad genética de los perros guardianes de ganado, sugiriendo que su evolución ha sido un proceso dinámico y complejo, influenciado por factores ecológicos, sociales e históricos.
Los datos revelados por este estudio motivan lo establecido previamente en investigaciones relacionadas con el Perro Fonnese (que involucraron otras razas), en las que se estableció que no existía conexión genética entre el Mastín Tibetano y las correspondientes razas europeas y de Medio Oriente.
Por Giovanni Padrone