Me atraen los lugares pacíficos y serenos, y creo que eso se refleja en mis pinturas y, en última instancia, se ha convertido en la firma de mi trabajo. Como vivo en el centro de California, estoy a un par de horas del paisaje más impresionante que se pueda imaginar. Dramáticos paisajes marinos, hermosos viñedos y majestuosas montañas están todos al alcance de la mano, por lo que nunca me quedo sin inspiración.
El único valor real del arte es la conexión emocional que tiene con el espectador. Siempre me esfuerzo por hacer esa conexión de la manera más pura y honesta que conozco. Mi objetivo como artista es siempre el mismo, que mi trabajo con suerte proporcione un escape pacífico para el alma del espectador.