En 2010, Corea designó al Perro de Jeju como animal de patrimonio nacional, lo que permitirá su posterior protección nacional. Antes de esto, no quedaban suficientes animales para permitir tal distinción.
Las iniciativas de protección incluyen una subasta en 2017 realizada por el Instituto Ganadero de Jeju para aquellos interesados en adoptar uno de los 20 cachorros. Según el instituto, el objetivo era seguir criando y preservando al Perro de Jeju después de haber sido criticado por vender los cachorros.
El perro es considerado la raza de perro más grande autóctona de Corea. La raza de perro suele medir entre 49 y 55 centímetros de largo, entre 12 y 16 kilogramos y tiene una vida media de 15 años. Los perros de Jeju tienen frentes anchas y puntiagudas. En muchos sentidos, las hembras parecen zorros en términos de longitud y anchura, mientras que los machos parecen casi idénticos a los lobos . También son similares a los perros Jindo coreanos en términos de color y tamaño. La principal diferencia es que los perros de Jeju tienen colas puntiagudas como escobas. Tienen el pelo castaño leonado.
Historia
Es posible que los perros de Jeju se originaran en China, se desplazaran hacia el sur a lo largo de la península y llegaran a la isla de Jeju. No está claro quién trajo los animales a la isla y cuál era su propósito original. Además, cuando los perros de Jeju fueron traídos a Corea del Sur, se convirtieron en perros militares, y cuando ya no eran militares, la gente a menudo se los comía, lo cual es la causa principal de que la raza esté en peligro de extinción. Algunas fuentes citan cómo los japoneses durante la colonización coreana ordenaron la matanza de perros autóctonos de Corea y contribuyeron a la casi extinción de la raza.
En 2010, se anunció que se haría un esfuerzo para nominarlos como monumento nacional coreano.