El gato era callejero
Del lugar donde se había criado
Se alimentaba de las sobras
Y de la bondad de algún humano
Su andar triste y descuidado
Como si nada ya importara
Medio pulgoso y enfermizo
Siempre tan sucio y desaliñado
Esquivaba a los perros
Y a la gente que le hace daño
Habituado a pasar hambre
Y a dormirse en cualquier lado
De vez en cuando una caricia
Le alimentaba el alma
Y regalaba ronrroneos
Sin pedir nada a cambio
Al mal pasar se había acostumbrado
Desde pequeño abandonado
Aunque aprendió a defenderse
Mas de una vez fue lastimado
Recostado en alguna acera
Sueña tal vez con un hogar
Una cobija calentita
Y algún humano a quien amar.