La hipocalcemia puerperal es una de varias enfermedades metabólicas que afectan a los animales, siendo común que ocurra durante el parto y el posparto en hembras adultas. Se caracteriza por debilidad muscular generalizada, colapso circulatorio y depresión de la conciencia.
Su presentación es aguda, con riesgo para la vida de la hembra, afecta generalmente entre la tercera y cuarta semana de lactación (pico de lactación), algunos de los factores de riesgo de esta enfermedad son hembras de talla pequeña y camadas numerosas.
Introducción
El calcio es el principal componente inorgánico de los huesos, el 99 % se encuentra en ellos y el 1 % libre. La ingesta de calcio debe equilibrarse con fósforo para que los mecanismos en el organismo funcionen de manera correcta. El mecanismo del calcio se regula por: hormona paratiroidea (PTH), calcitonina y vitamina D.
La hipocalcemia es una grave enfermedad que sufren las hembras lactantes cuando no tienen suficiente calcio en la sangre. También la padecen algunas perras gestantes, incluso antes del parto. Los cachorros no suelen verse afectados dado que la producción de leche no tiene variaciones.
Etiología
La lactancia materna exige enormes reservas de calcio en el cuerpo de la hembra. Las perras no pueden movilizar suficiente calcio a través del tracto gastrointestinal para abastecer la producción de leche y, por lo tanto, terminan capturando las reservas óseas de calcio a través de la acción de la hormona paratiroidea.
Una de las causas que puede llevar al desarrollo de esta enfermedad es una dieta inadecuada, ya que la mayoría de los propietarios no conocen los requisitos nutricionales de una hembra reproductora, pueden darles una dieta deficiente o en exceso, destacadamente, las dietas hechas en casa son un peligro, sobre todo si se piensa que agregando más carne (proteína) se está nutriendo más a la hembra, sin embargo, mientras más proteína haya en una dieta, es cuando se provoca un desbalance de calcio y fósforo.
Otra causa de disminución de calcio en sangre es debido a la formación del esqueleto fetal, lo cual requiere una cantidad considerable de este mineral.
Hembras de raza pequeña, primíparas y camadas numerosas son otra causa de esta patología. Así como enfermedades que la hembra ya tenga con un factor predisponente, un claro ejemplo es la Insuficiencia Renal ya que pueden llegar a tener bajos niveles de albúmina (Hipoalbulinemia), esto provoca bajos niveles de calcio en sangre.
La creencia popular de la suplementación de calcio en la gestación es otro factor predisponente, ya que esto desencadena una hipocalcemia y provoca un desbalance hormonal, principalmente en la hormona paratiroidea (PTH), que es secretada por la glándula paratiroides la cual puede sufrir atrofia, creando una retroalimentación negativa; cuando se suplementa calcio comienza a haber una supresión de esta hormona y aumento de la secreción de calcitonina, provocando que los osteoclastos disminuyan su cantidad y la disponibilidad de calcio óseo. Por tal motivo no es aconsejable suplementarlo de forma preventiva.
La PTH es producida por las paratiroides, moviliza el calcio por todo el cuerpo. La caída de los niveles séricos de calcio estimula la secreción de PTH que aumenta la resorción ósea al corregir los niveles séricos de calcio. Por otro lado, cuando estos niveles son elevados, la paratiroides deja de secretar PTH, aumentando la secreción de calcitonina, lo que disminuye la resorción ósea.
Una dieta equilibrada en la que el calcio y el fósforo se encuentren en proporciones de 1:1 a 1,2:1 son ideales para la gestación, la lactancia y el crecimiento, es decir, para todas las etapas de la vida, lo cual lo provoca una alimentación adecuada, con mayores nutrientes que en la etapa normal de adulto, por las fuertes demandas en la lactación.
Signos de eclampsia en la hembra lactante
La carencia de calcio impide el normal funcionamiento del cuerpo de la perra, en general los primeros signos que aparecen son inquietud, nerviosismo, dificultad para respirar (jadeos) y comportamiento excitable, esto se debe a niveles de calcio sérico reducidos que provocan un aumento en la excitabilidad de las neuronas, lo que resulta en descargas espontáneas de impulsos nerviosos los cuales suelen progresar a ataxia, temblores, tetania (aumento de excitabilidad de los nervios, espasmos y contracciones musculares intermitentes) la cual es el resultado de disparos repetitivos espontáneos de las nerviosas motoras, debido a la pérdida de calcio estabilizador unido a las membranas, estas se vuelven más permeables a los iones, requiriendo un estímulo menor para despolarizarse y finalmente convulsiones, en algunos de los casos los signos pueden ser atípicos como simples cambios en el comportamiento, quejidos, vómitos y diarreas, por esta razón es fundamental que el propietario esté al pendiente de la hembra para poder percibir alguno de estos signos.
La escasez de calcio explica además que, en ocasiones, la hembra lactante pierda el interés por los cachorros que amamanta y que tanto le exigen.
Diagnóstico
La mayoría de las veces el diagnóstico se basa principalmente en los signos clínicos, el Examen Físico General y la respuesta al tratamiento; no obstante, una vez que el paciente se estabiliza es necesario recurrir a pruebas que nos confirmen el diagnóstico.
El calcio ionizado representa la cantidad activa de calcio presente en el organismo que interviene en las contracciones musculares y funciones neurológicas y cardiovasculares, este calcio ionizado representa en las perras el 55 % de calcio total, lo que lo hace el indicador más sensible a la cantidad de calcio extracelular, sin embargo, el nivel de calcio ionizado a veces no es posible evaluarlo, siendo un diagnóstico confirmado el nivel bajo de calcio total.
Las pruebas de laboratorio son básicas para diagnosticar, principalmente bioquímica sanguínea, se evalúan los niveles de calcio, los cuales son bajos (Hipocalcemia) se menciona que los signos clínicos no aparecerán hasta que la concentración de calcio plasmático total esté por debajo de 1,7 mmol/dL y serán poco frecuentes si está por encima de 1.25 mmol/dL, a menos que la porción de calcio ionizado sea desproporcionadamente baja, al igual niveles de magnesio que se encuentra disminuido (Hipomagnesiemia) y Potasio, el cual se encuentra incrementado (Hiperpotasemia).
Otras alteraciones que podemos encontrar en una bioquímica sanguínea son fósforo disminuido (Hipofosfatemia), debido a la intensa actividad muscular por la tetania, mientras la glucemia puede estar disminuida.
Tratamiento
La hipocalcemia se considera de urgencia ya que si no se atiende al paciente lo más pronto posible, puede terminar con la vida de éste. Por lo tanto, el tratamiento debe iniciarse lo más pronto posible, primeramente, estabilizando al paciente con una fluidoterapia intravenosa corrigiendo la deshidratación, hipertermia y sobre todo la taquicardia producida por la enfermedad.
Si la perra presenta convulsiones se debe suministrar Benzodiacepinas para la relajación de los músculos, así como calcio por vía intravenosa, el cual será indicado por el médico Veterinario Zootecnista.
La administración de cualquier medicamento debe ser supervisada por el médico Veterinario Zootecnista, así como la realización de pruebas de laboratorio para monitorear si los niveles de calcio han aumentado considerablemente. Se usan también otros equipos para la monitorización, como el electrocardiograma para detectar arritmias o bradicardias en el paciente.
Se debe estar midiendo constantemente la temperatura del paciente, ayudando con compresas de agua fría, las cuales deben interrumpirse una vez que llegue a niveles menores de 39°C.
Se recomienda que los cachorros sean retirados de la madre las primeras 24 horas, para evaluar la respuesta de la hembra durante todo este periodo, la lactación se puede continuar de manera artificial y en casos más severos se recomienda retirar a los cachorros desde ese momento y continuar con lactancia artificial hasta el destete de estos.
El pronóstico de esta patología se puede considerar favorable, dependiendo del tiempo transcurrido entre el diagnóstico y el tratamiento oportuno, mientras más rápido sea éste mejor será el pronóstico, cabe mencionar que una vez controlado este padecimiento, se debe mantener a la perra con una dieta equilibrada, pues de no ser así, el desequilibrio puede reaparecer.
Conclusiones
La eclampsia puerperal canina es una patología que se da principalmente en el pico de lactación, de alto riesgo si no es detectada y tratada a tiempo, tiene buen pronóstico si se actúa de manera inmediata.
El propietario tiene que estar pendiente de los signos que presenta su mascota, los cuales son fáciles de detectar como comportamientos inadecuados, jadeo, incoordinación, tetanias musculares y convulsiones, para actuar de manera correcta y el pronóstico sea favorable.
Desafortunadamente los propietarios no acuden al médico Veterinario Zootecnista para informarse sobre las demandas nutricionales que conlleva la gestación, sobretodo la lactancia, ya que son muy diferentes a la etapa de adulto a la que ya estaban acostumbrados, esto provoca que opten por suministrar mayor cantidad de carne o vísceras a la alimentación, pensando en que mayores cantidades de proteínas favorecerán, lo cual es contrario, dado que provoca desbalances en calcio–fósforo, así también como los suplementos de calcio que se adhieren a la dieta, igualmente pensando en un beneficio para la hembra reproductora.
Enfermedades anteriores que el paciente pueda llegar a padecer son otros factores que cabe mencionar, ya que puede que no estén diagnosticadas, en esto recae la importancia de visitas periódicas con el médico Veterinario Zootecnista.
Cabe recalcar la importancia de una buena alimentación en el periodo de gestación y lactancia, la cual el médico Veterinario se encargará de proporcionarle conforme al tamaño, raza y peso del ejemplar y cumpla con las demandas de nutrientes en estas etapas.
El retiro de los cachorros es crucial para la recuperación de la hembra, continuando con una lactación artificial, la cual será señalada por el médico Veterinario.