Cada año, a millones de perros y gatos se les diagnostica un cáncer, esta es la principal causa de muerte en mascotas con una edad avanzada, según explican los veterinarios de la Universidad de Colorado, EEUU. Saber qué señales buscar puede ayudar con la detección temprana y, al igual que con las personas, puede marcar la diferencia.
Por ello, han recopilado las principales señales de advertencia de cáncer en los animales de compañía.
En primer lugar, señala las inflamaciones anormales que persisten o continúan creciendo. "Para dar con uno de estos síntomas, acariciar a su mascota es la mejor manera de encontrar bultos, protuberancias o inflamaciones en cualquier parte del cuerpo", apuntan.
Si el perro o el gato tiene úlceras que no curan pueden ser también un signo de infección o cáncer. Aún así, es el veterinario quien puede determinar la razón por la cual la llaga no se cura.
La pérdida de peso es otra de las señales que podrían indicar que la mascota tiene cáncer. Si el animal no está a dieta pero está perdiendo peso, esta enfermedad podría ser la culpable. Además, a la pérdida de peso se añade la falta de apetito y la dificultad para comer o tragar –signo común de cánceres de boca y cuello–. Según explican, "no es normal que las mascotas pierdan el apetito, por ello esto puede ser un signo de enfermedad".
Por otro lado, el sangrado o secreción. En general, la expulsión de cualquier líquido anormal, incluidos los vómitos y la diarrea, desde cualquier parte del cuerpo indican que la mascota debe ser examinada por un veterinario. Asimismo, podría ser también un signo de enfermedad que el animal de compañía desprenda un olor desagrable, así se deben verificar los olores de la boca, los oídos o cualquier otra parte del cuerpo. "Los malos olores son signos comunes de tumores en la boca, la nariz o el ano", señalan.
También recuerdan que si la mascota duda para hacer ejercicio o muestra pérdida de resistencia, "puede ser una de las primeras señales de que el animal no se siente bien y no está en un correcto estado de salud".
Además, "si el perro o gato tiene cojera persistente u otra evidencia de dolor generalmente asociada con la artritis o una lesión muscular, también puede ser un signo de cáncer, especialmente el de cáncer de huesos".
Por último, "si el animal muestra dificultad para respirar, orinar o defecar quiere decir que probablemente la mascota tenga un problema de salud subyacente".
Ante cualquier signo, recuerdan que lo mejor es acudir a su veterinario de confianza.
Publicado en Diario Veterinario