1. ¿Qué se entiende por digestibilidad?
El criterio de digestibilidad se aplica a la proporción del alimento que es asimilado (aprovechado y no eliminado por las heces) por el organismo del perro y se determina mediante pruebas alimentarias controladas por las que se puede conocer, por ejemplo, la digestibilidad de la proteína bruta (PB) o grasa bruta (GB).
Para formular un pienso que ofrezca unos excelentes niveles de digestibilidad la clave está en la calidad de los nutrientes que lo componen, así como el óptimo procesado de los mismos: a mayor calidad mejor índice de digestibilidad. En los piensos formulados con nutrientes de baja calidad, el coeficiente de digestibilidad decrece notablemente. En los alimentos comerciales de gran calidad, la digestibilidad puede llegar hasta un 95%. No debemos confundir nunca los nutrientes con los ingredientes. Un mismo ingrediente como por ejemplo la carne de pollo, puede aportar como nutriente proteínas de alta calidad y muy digestibles y otras proteínas de peor calidad digestiva como el colágeno que es la proteína que conforma el hueso.
3. ¿Qué beneficios tiene en la salud del perro?
Si alimentamos a nuestro perro con un pienso poco digestible una gran proporción de sus nutrientes no podrán ser asimilados por su organismo y además deberemos darle mayor cantidad para cubrir la pobreza de su valor nutricional. Estos nutrientes que no se han absorbido, en el proceso digestivo, pasarán al intestino grueso, en el que experimentarán la fermentación que ejerce la flora intestinal, que será excesiva dada la escasa digestibilidad del pienso ofrecido: las consecuencias de este imperfecto proceso digestivo será la aparición de flatulencias y heces blandas.
4. ¿Cómo saber si un pienso es digestible?
Para valorar la digestibilidad de los nutrientes lo más importante es conocer las fuentes de esos nutrientes; por ejemplo la proteína procedente de la carne de ave siempre es más digestible que las harinas de carne de rumiantes, que contienen más colágeno: este presenta una menor digestibilidad pero se valora igualmente como proteína, con lo cual podemos ver dos piensos con un valor idéntico en porcentaje de proteína, o incluso más elevado en el de peor calidad, que sin embargo funcionen de forma muy diferente en el organismo del perro.