Con fama de agresivo y feroz, nunca pasa desapercibido. Se le adora o se le teme. El pitbull es un perro siempre rodeado de polémica, pero quien lo conoce, lo describe como un perro noble, buen compañero de los niños, familiar y cariñoso. La última controversia tuvo lugar 21 de febrero cuando cinco canes, cruce de esta raza y Bull terrier, mataron en Beniarbeig (Alicante). Se desconocen los motivos del ataque. Del mismo modo, un niño de 10 años fue atacado por otro perro en Sevilla. El menor fue intervenido en el hospital por las graves heridas. En ambos casos los dueños no contaban con documentación de los animales y en el caso hispalense, ni siquiera contaba con las vacunas pertinentes.
Estos terribles sucesos han vuelto a reabrir el debate sobre los perros considerados potencialmente peligrosos y su consideración como mascotas, o verdaderas amenazas domésticas, según recoge Diario Sur.
«La raza no determina el carácter de un animal o persona y por lo tanto no puede determinar la peligrosidad. Dentro de una misma raza cada ejemplar tiene diferente genotipo, temperamento y por supuesto distinto carácter. El linaje puede aportar determinadas características de tipo psíquico que en contacto con un ambiente inadecuado o mala educación pueden convertirse en actitudes agresivas o conflictivas de cara a la vida social con los humanos, pero estas características hereditarias ocurren en cualquier raza canina y en cualquier perro mestizo.», afirma el psicólogo especialista en comportamiento animal Nacho Sierra.
Según los expertos, los ataques de estos perros son excepcionales, más relacionados con la capacidad del dueño para educar al animal que con una naturaleza violenta de este. Carlos Millet, gran conocedor de la conducta animal, incide en la personalidad, la estabilidad emocional y la preparación del dueño. «Es absolutamente necesario que un propietario acuda a un centro de garantía a que le indiquen cómo educar al animal y otros aspectos necesarios para una tenencia responsable», apunta Miguel Ibañez Talegón, etólogo del Departamento de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Es algo en lo que coincide con Nacho Sierra, que también considera «obligatorio» un test de carácter «realizado por adiestradores profesionales además de un control sanitario hecho por veterinarios».
La legislación española establece unos requisitos para tener perros considerados potencialmente peligrosos (PPP), como la obligatoriedad de sacar una licencia – para la cual el dueño debe presentar un certificado de sus condiciones físicas y psicológicas- llevar a los animales atados y con bozal contratar un seguro de responsabilidad civil a terceros no inferior a 120.000 euros, entre otras cosas. El problema es la clasificación que hace de razas peligrosas. ¿Por qué se demonizan unas razas y no otras?. ¿Existe en estos casos un tipo de racismo canino?. Para Nacho Sierra «la Ley PPP es inútil, absurda e injusta. No responde a ningún criterio técnico», mientras que el doctor Talegón cree que «se creó en un momento de alarma social, la utilidad es relativa ya que ha provocado la casi desaparición de algunas razas y una disminución drástica de perros de razas grandes». En la misma línea se expresa el presidente de la protectora de animales El Refugio, Nacho Paunero. «La ley es un fracaso porque se hizo con precipitación, en respuesta a un periodo de agresiones. Miles de familias tienen pitbulls; los ataques son algo aislado».
En España, según el Real Decreto 287/2002 del 22 de marzo, las razas potencialmente peligrosas son: Pit Bull Terrier; Staffordshire Bull Terrier; American StaffodshireTerrier; Rottweiler; Dogo Argentino; Fila Brasileiro; Tosa Inu y Akita Inu. Esta última raza, popular tras la película 'Hachiko' protagonizada por Richard Gere. También añade que deben considerarse dentro de esta categoría "los canes con las siguientes características: fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia. Pelo corto. Cabeza voluminosa, mandíbulas grandes y fuertes [...]".
Las infracciones administrativas en las que incurran los dueños de los perros también están multadas por ley con cantidades que van desde los 150 euros hasta más de 15.000 euros, en función de la gravedad de la misma.
Para el doctor Ibañez, «en la lista deberían estar todas las demás. Se incluyeron perros poderosos, cuya mordida hace mucho daño. No obstante está un poco sesgada. Se protege a perros españoles como el mastín, por ejemplo. Se ha elaborado en función de la capacidad lesiva potencial del animal». La lista no coincide en todos los países, y en algunos ha sido derogada como por ejemplo en Holanda, Italia o Alemania, donde exigen al propietario preparación para educar al animal.
Que los perros grandes son más agresivos que los pequeños. O que muchos atacan porque tienen trastornos mentales. Son, junto al de la raza, algunos de los mitos que persisten sobre estos animales de compañía.
Los expertos tratan de desmentirlos y coinciden en destacar que la educación del animal y su entorno son mucho más decisivos que la especie. «Cualquier perro puede ser una excelente mascota, porque lo que determina su comportamiento es la educación. Eso es lo que hay que saber y tener claro», afirma Ibañez.
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) publicó en 2012 una estadística completa que engloba en un mismo documento diferentes estudios en el periodo comprendido entre 1971 a 2005. Según estos datos, las razas con más ataques a personas son el Pastor Alemán y sus cruces, el cocker spaniel, Chow Chow, Collie, Doberman, Rottweiler, Springel Spaniel, Shih Tzu y Caniche. En cuanto a las consecuencias de esos ataques, las conclusiones son lógicas: los perros grandes causan mayores daños. La mordedura de un Shih Tzu o Caniche no suelen revestir gravedad en comparación con otras razas más poderosas, que no mordedoras o agresivas.
Publicado en ABC