Desgraciadamente vivimos en una sociedad donde siempre aparece algún iluminado que piensa en resolver sus problemas a leches. Y cuando cree ver uno, saca su peor leche, se viste de Robin Hood y ataca al malo para salvar al resto. Estos días ha aparecido por Pamplona uno de estos. Y ha decidido salvarnos a todos de los perjuicios que suponen los perros en nuestro entorno inmediato. Y ha atacado. Soltando qué se yo qué, envuelto en algo apetitoso, y se ha llevado por delante a 2 ó 3 compañeros de paseo. Lo primero que hay que decirle es que no has logrado tus propósitos. Solo has conseguido llenar de lagrimas más de una cara, cabrear más de una mente (Iluminados hay en los dos lados del mundo del perro), poner en alerta a medio mundo. Yo además saco la conclusión de que, lejos de tratarse de una mente perversa, se trata de una mente escasa, con pocas luces. Un pobre hombre, vamos.
Pero ¿qué podemos hacer en un caso de estos?.
Lo primero está claro. Mirar al entorno y decidir donde se encuentra la clínica más cercana, no la de mayor confianza, la más cercana. Y de inmediato dirigirse hacia allí. Si fuese posible será muy interesante llevarse una muestra de lo que ha podido ingerir el perro.
Pero a menudo nos damos cuenta de la intoxicación, no por ver al perro comer algo como por ver los primeros síntomas. Y puede que estos síntomas los estemos viendo en casa. Es difícil tomar decisiones correctas pero a priori si todavía ha pasado menos de media hora del momento del paseo y por tanto de la intoxicación, podemos hacer vomitar al perro. No siempre es lo que habría que hacer, pero como ya he dicho nunca es fácil tomar decisiones acertadas.
¿Cuándo NO deberíamos inducir el vómito?
Primero: Cuando sospechemos que el tóxico es algún tipo de líquido corrosivo (Gasolina, líquido de baterías, ácidos volátiles,…) porque el hacerlos pasar nuevamente por el esófago, garganta y boca puede provocar más lesiones de las que ya produjo. Y al ser volátiles pueden generar gases que dañen, ya no solo el aparato digestivo sino que además pueden dañar los pulmones por inhalación.
Segundo: Cuando el animal está comatoso o tan debilitado que le va a ser difícil vomitar sin riesgo de aspirar el contenido estomacal.
¿Cuándo SI es necesario inducir el vómito?
En el resto de los supuestos. Lo ideal es provocarlo antes de media hora de producirse la ingesta, pero ante la duda lo hacemos cuando notamos los problemas. Y si saliese algo en el contenido estomacal que pudiese servir de información para el veterinario, lo cogeremos y se lo llevaremos.
¿Cómo puedo inducir el vómito?
Aunque quizá se pueden provocar algunas irritaciones, lo más socorrido suele ser el agua oxigenada por la boca. Normalmente vomitan entre los 3 ó 4 minutos después de dársela.
Y acudir al veterinario lo más rápido posible. Es preferible que no le deis ninguna medicación en casa. Podéis equivocaros y agravar el asunto.
¿Cuáles son los tóxicos más frecuentes que nos encontramos?
Raticidas. Normalmente no producen sintomatología reconocible hasta pasados unos días de la ingestión. Esto es muy, muy importante. Porque es posible que hayamos visto comer algo al perro y que no demuestre nada preocupante. Y no lo va a hacer porque los raticidas no provocan la muerte de manera inmediata, lo hacen pasados unos días, incluso unas semanas. Debemos tratar a todo perro sospechoso de haber ingerido raticidas aunque su estado actual sea estupendo.
Insecticidas. A menudo se utilizan productos insecticidas para plantas. Aquí sí vemos síntomas de manera inmediata a la ingestión. Como a menudo el propio tóxico induce vómitos, podemos verlo en el contenido estomacal. Hay que correr…
Convulsivantes (No quiero dar nombres para no dar ideas). Induciremos el vómito lo más rápido posible, solo si el perro está consciente y a correr al veterinario, rápido…
En fin, que ojalá que nunca tengáis que tirar de estos consejos.
Publicado en el blog de la Clinica Veterinaria Burlada