No es que tengamos mucho tiempo para dedicarle, ni dinero para darle una dieta sana, pero es que es muy hermoso... ¿Vacunas? ¿Qué es eso? Son demasiado caras. De vez en cuando le damos un paseo, para que vean lo lindo que está, lo bien portado. El resto del tiempo vive en la terraza, solo. Tiene un cuenco con comida que lleva más de doce horas al sol cada día. Las sobras, porque no alcanza para más. De todas formas cuando regresamos del trabajo la mayoría de las veces están intactas. Es que no quiere comer, el muy malcriado...
Cuando pasan perros por la calle, les ladra, enfurecido, como si quisiera saltar la valla para destriparlos. Quizá, si pudiera saltar la valla, realmente lo haría. Después de todo, perseguir, ladrar, saltar contra la valla es la única actividad disponible todo el día. Y, a veces también toda la noche. "Perro fiero". "Perro duro". "Perro fuerte". Perro abandonado a su suerte...
Está ahí, afortunado, en cuatro metros cuadrados en los que tiene que protegerse del sol y la intemperie día a día, porque si lo dejo en casa ensucia, destruye los muebles, llora todo el tiempo... Afuera también llora, pero menos, porque ladra más. Y eso es "bueno", así lo ven los vecinos y nadie se cuela a robar...
Ya le hemos enseñado que no puede saltar encima para saludar, que no debe entrar en casa cuando llega la familia y que no debe tirar en el paseo. ¿Qué más podemos querer de un perro?
Pero... ¿de verdad el malo es el perro?
¿No será que en nuestra ignorancia le hemos dado una vida de estrés y carencias? ¿Sabemos los cuidados que requiere un cachorro antes de llevarlo a casa? ¿Entendemos su necesidad de compañía y afecto no importa de la raza que sea o lo poderoso que parezca? ¿Sabemos cuáles son sus necesidades conductales, mentales, cognitivas, emocionales, sociales? ¿Entendemos que de no suplir esas necesidades el perro estará mal y por tanto "se comportará mal"?
Los perros son organismos vivos, seres sociales sensibles. Necesitan una dieta adecuada, que nos preocupemos por su salud física, no sentir dolor, no sufrir las altas temperaturas ni exponerse a la intemperie. Necesitan que los incluyamos en la familia... Los perros necesitan de nuestra atención y nuestro tiempo. Necesitan paseos diarios, en lugares donde no haya vehículos y personas en todas partes, sitios tranquilos donde pueda estar bien, libre si es posible, jugando, explorando, disfrutando...

Si convives con un perro, no le pongas etiquetas, de nada sirve culpar al perro. En vez de eso ocúpate de aprender sobre lo que le hace bien.
Escucha a tu perro, él depende enteramente de ti.
Laurazor