Veamos en qué ocasiones son necesarias y cómo acostumbrarles a llevarlas.
¿Los perros necesitan gafas de sol?
No deberíamos preocuparnos por la exposición al sol de un perro sano, o no más de lo que lo hacemos nosotros mismos. Los perros, y los animales en general, siempre intentan girar la cabeza para no mirar directamente al sol. Por tanto los rayos ultravioletas no les producen lesiones por sí solos.
Pero sí pueden empeorar los síntomas de determinadas patologías oculares, o desencadenarlas si hay cierta predisposición, ya sea por su raza o por sus características familiares.
En esos casos, los beneficios de las gafas de sol sí compensarán claramente el esfuerzo de adiestrarlos para que las acepten.
¿Qué perros deberían llevar gafas de sol?
Las gafas para perros son una buena medida de prevención para perros y gatos que padecen determinadas patologías oculares, o que están más predispuestos a padecerlas.
Entre estas enfermedades están especialmente algunas patologías de la córnea como las queratitis inmunomediadas, pero también la sequedad ocular, algunos tumores oculares y las cataratas. No se ha podido demostrar si los problemas de retina también pueden verse afectados, pero se considera que sí.
También algunos casos de tumores, como los carcinomas de células escamosas, los melanomas y los hemangiomas pueden empeorar por las radiaciones ultravioletas, e incluso aparecer como consecuencia de una excesiva exposición al sol. Los gatos de color más claro, o blancos, están más predispuestos a desarrollar este tipo de tumores relacionados con los rayos UV.
Las alergias oculares también tienden a empeorar con el viento y el sol.
¿Deben llevar gafas de sol en la playa? ¿Y en la alta montaña?
En situaciones de alta exposición a los rayos solares, las gafas para perros son una medida de prevención tan buena como para las personas, especialmente en perros con patologías oculares como el pannus, ojo seco, o animales de piel más clara.
Hay que tener en cuenta que no solo se trata de protegerlos en la playa, sino también en la montaña, ya que el efecto de la nieve, igual que el del mar, es el de potenciar las radiaciones ultravioletas. Y que a mayor altitud más radiación, y por tanto, más riesgo de que empeore un problema ocular relacionado con la exposición al sol.
¿Cómo poner gafas de sol a un perro?
El proceso será más o menos lento y espaciado en el tiempo según cómo responda el perro. Es recomendable seguir estas tres etapas fundamentales para avanzar:
Paso 1: familiarizarse con las gafas
Enseñarle las gafas, premiar por verlas, por olisquearlas, …
Paso 2: tolerar las gafas puestas
Apoyarle las gafas en el morro unos segundos (estando en el exterior, para que compruebe que sigue viendo) y premiar antes de que intente apartarlas. Iremos repitiendo el proceso hasta que las aguante cada vez más, y hasta que tolere llevarlas puestas y correctamente atadas.
Para cerciorarnos que las acepta y tolera, le diremos algunas ordenes que conozca como «Siéntate», «túmbate», etc y de éste modo sabremos si a nivel emocional se encuentra o no inhibido (bloqueado). Si responde a las ordenes, es buena señal, de lo contrario, deberemos retroceder un poco y hacer más hincapié en poner y quitar las gafas premiando y positivizando la adaptación de las mismas durante más tiempo. (Recordad que a unos les costará más y a otros menos el proceso de adaptación, todo depende del perro que tengamos delante).
Paso 3: incorporar las gafas a la rutina
Lanzarle un premio con las gafas puestas e intentar que lo busque. Si responde bien, empezar a caminar con ellas. Este proceso se irá repitiendo, y poco a poco incorporaremos las gafas a su rutina.
Muy importante: ir premiando, y siempre, siempre quitarle las gafas antes de que se canse de ellas e intente hacerlo por sí solo.
Si empieza a rascar e intentar quitárselas es que hemos ido demasiado rápido, y entonces tenemos un problema, tanto si no lo consigue (se pondrá nervioso) como si llega a quitárselas (reforzará la conducta de quitarlas).
Las gafas para perros, una buena medida de prevención
En situaciones de alta exposición a los rayos solares, las gafas para perros son una medida de prevención tan buena como para las personas. Por ejemplo, en la playa, el mar, o la alta montaña.
En perros y gatos que padecen determinadas patologías oculares, o que están más predispuestos a padecerlas, son especialmente recomendables. En algunos casos facilitan mucho el tratamiento.
Queratitis inmunomediada o pannus: pastor alemán y pastor belga
Cataratas