Hoy vamos a conocer a la tercera raza mexicana, el Calupoh o Perro Lobo Mexicano, un precioso perro, de momento solo reconocido por la Federación Canófila Mexicana AC
La cinofilia mexicana ha decidido revivir al perro lobo que se criaba en nuestro país hace más de dos mil años como parte fundamental de nuestras costumbres y tradiciones. Hoy admiramos su belleza como un homenaje al importante lugar que guardaba para nuestros antepasados.
En abril de 2017 investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron una ofrenda en la plaza mayor de la Ciudad de México con más de cinco siglos de antigüedad. En ella aparece un cánido lupoide cubierto con algunas de las piezas de oro consideradas como las más grandes y refinadas descubiertas en este siglo.
Un perro versátil y gran compañero, que por su exagerada tolerancia y nobleza deberá adaptarse a cualquier actividad siendo idóneos como compañía.
RESUMEN HISTÓRICO:
El perro lobo de México surge como la hibridación entre el perro y el lobo gris que se llevó a cabo en el México prehispánico desde inicios de nuestra era hasta el siglo XVI. Esta práctica fue posible debido a la enorme similitud genética entre ambas especies y, gracias a un intenso trabajo arqueozoológico, fue posible identificar al primer ejemplar en 1999.
La razón para que esto sucediera no fue solamente que los antiguos perros y lobos compartieran un territorio y las cruzas se dieran de manera casual. Los restos encontrados en lugares tan especiales como el Templo de Quetzalcóatl a manera de adornos de la élite, en la Pirámide de la Luna como ofrenda y en el Templo Mayor en México Tenochtitlan asociados con sacrificios, sugieren que se trataba de animales con un significado espiritual muy alto.
El lobo era asociado simbólicamente con sacrificios en los que la sangre corría en gran cantidad, la milicia y el espacio nocturno debido a su condición de depredador poderoso, con gran capacidad para el enfrentamiento, animal social que trabaja en equipo y entidad de vida nocturna. El perro, por su parte, era considerado un animal de alta fecundidad, cuyo ciclo reproductivo se traslapaba con el de la lluvia y con el del ciclo agrícola, aspectos que valieron su asociación religiosa con el agua, la agricultura, la fertilidad y la buena fortuna.
Un híbrido de lobo y perro sería entonces un ejemplar manejable que poseía la suma de los valores simbólicos de sus padres y, por tanto, se emplearía en ritos en donde su condición dual resulta ser fundamental, por ejemplo, aquellos dedicados a las actividades económicas más importantes: la agricultura y la guerra.
El retomar de manera formal el proyecto genético que alguna vez fue parte de nuestra vida diaria era sumamente importante, ya que sin él, no estaría completo el pool canino que representa la historia del
continente. En un trabajo genético que se realiza desde mediados de la década de los 90, presentamos con gusto al Calupoh Perro Lobo de México, que completa la propuesta original de la cinofilia que practicaban los norteamericanos desde hace más de 2000 años.
ASPECTO: Un perro fuerte y ágil de notable tamaño y que asemeja un lobo norteamericano en donde los machos son notoriamente más masculinizados, ligeramente más alto que largo, pero muy balanceado y que evoca al lobo en la naturaleza.
Un perro balanceado, ligeramente patilargo, semejando la estructura del lobo, de cabeza poderosa y cráneo definitivamente lupoide, con un cuello fuerte y que con la madurez desarrolla una melena también típica de lobo, Una profundidad de tórax marcada, que también se ve ensanchada después de los tres años de edad. La altura a la cruz en machos va de los 62 cm a los 75 cm y en hembras de los 58 cm a los 70 cm.
El color es negro o negro ahumado, aunque existen ejemplares blancos o sables, no deseables. Se admiten manchas blancas en el pecho y patas
CARÁCTER: El Calupoh es un perro muy ágil y dinámico pero muy estable y fácil de manejar que se acostumbra a todo tipo de actividades, es un perro leal y noble con la familia, convive fácilmente con otros perros y siempre está dispuesto a agradar a su dueño aunque se puede presentar como reservado ante extraños.