España es cada vez más vegetariana. Según el informe The Green Revolution, casi un 8% de la población española mayor de edad ya se declara veggie, y es una tendencia que cada año va en aumento, afirma FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales).
“Aunque no existen cifras oficiales actuales, se estima que puede
haber entre 1,5 y 2 millones de personas vegetarianas o veganas en
España”, explica Carla Cornella, presidenta de FAADA. Y la razón más
común para llevar una dieta libre de carne es la ética: la mayoría de vegetarianos no come carne porque no quiere contribuir a la explotación y sufrimiento animal.
Muchas de estas personas conviven con mascotas y a menudo se topan con un dilema:
cada vez es más frecuente en las consultas veterinarias la pregunta de
si es posible alimentar a las mascotas con una dieta vegetariana o
vegana, confirma Marta Legido, veterinaria clínica de animales de
compañía y miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Veterinarios
de Barcelona, que gestiona una clínica en Barcelona y acumula a sus
espaldas 28 años de ejercicio.
Los gatos
La respuesta es compleja, ya que depende de la especie, pero en el
caso del gato, la veterinaria Marta Legido lo tiene claro: “El gato no
puede ser vegetariano, no se puede alimentar solo de vegetales, porque
por naturaleza es carnívoro depredador y hay aminoácidos que solo se
encuentran en la proteína animal que son esenciales para la especie
felina”.
Cecilia Villaverde y Marta Hervera, veterinarias, miembros de la
American College of Veterinary Nutrition (ACVN) y fundadoras y
consultoras en Expert Pet Nutrition, coinciden y alertan de que este tipo de dieta en gatos “puede crear al felino problemas de salud muy graves
como delgadez, atrofia muscular, problemas de piel asociados a
deficiencias proteicas o de aminoácidos y ceguera o enfermedad cardiaca
en gatos por deficiencia de taurina”.
Esto, sin embargo, “no significa que en las dietas de los gatos no se puedan incluir porcentajes relativamente importantes de vegetales.
Por ejemplo, en animales de cierta edad, alimentos con fibra para
reducir las calorías para ayudar al tránsito intestinal, frutas,
verduras… Alimentos que sabemos que a los felinos les gustan y se los
comen. Podrían formar parte de su dieta, pero su dieta no puede estar
solo formada por esto. Podrían aguantar un tiempo, pero acabarían
poniéndose enfermos”, explica Legido.
Los perros
El caso del perro es diferente, ya que el perro es omnívoro. Necesita
proteína animal, pero algo menos que el gato. “El perro es una especie
que metabólicamente está mucho más adaptada que un gato al consumo de
proteínas vegetales”, indica Legido. Aunque, añade que no puede confirmar cómo afecta a largo plazo en la salud de un perro una dieta estrictamente vegetal.
Aunque es posible que algunos de estos animales la toleren, los
veterinarios también desaconsejan esta dieta en perros . “Los perros
pueden ser potencialmente alimentados con una dieta vegetariana
adecuadamente formulada, pero no es lo mejor para ellos”, dicen Villaverde y Hervera.
Y es que no hay estudios científicos con suficiente distancia en
el tiempo y número de casos como para poder saber del cierto qué sucede
con este tipo de dietas en perros. “Estudios a largo plazo no
existen. Sin embargo, existen varios estudios describiendo deficiencias
nutricionales mediante análisis de laboratorio en dietas comerciales
vegetarianas para perros y gatos. También existen estudios mostrando que
la mayoría de recetas para dietas caseras (tanto vegetarianas como no)
en libros e internet muestran deficiencias con frecuencia”, sostienen
Villaverde y Hervera.
Piensos ‘veggies’ y dietas caseras.
Lo que sí que hay son piensos veggies en el mercado. Son alimentos
para mascotas libres de crueldad animal y 100% vegetales, y la mayoría
suele incluir la famosa B12. “En perros, las personas que opten por
esta opción pueden buscar una dieta comercial vegetariana fabricada por
una compañía con buena reputación y con un control de calidad estricto.
Esto puede ser complicado, ya que las casas comerciales con más
experiencia y personal especializado en Europa no fabrican este tipo de
dietas”, dicen las expertas en nutrición canina.
También está la opción de dar una dieta casera. Pero también hay que
poner mucho cuidado y atención profesional. “Si se quiere realizar al
perro una dieta casera, los propietarios deben consultar con su equipo veterinario
para que este pueda contactar con veterinarios especialistas en
nutrición veterinaria en Europa. El Colegio de Nutrición Comparada
Veterinaria (ECVCN) está reconocido en Europa y garantiza que el
especialista consultado es veterinario y ha recibido educación adicional
en esta especialidad”, dicen las expertas.
Además, hay que tener en cuenta que hay que sustituir esa proteína que el perro necesita. “La fuente de proteína en dietas vegetarianas depende del tipo de vegetarianismo.
Pueden ser huevos o productos lácteos o puede ser proteína vegetal (de
soja o cereales, por ejemplo), o una combinación. Sin embargo, la
proteína es solo unos de los más de 40 nutrientes esenciales en perros y
gatos, y, además del contenido, es importante determinar cuán
digestibles y biodisponibles son todos estos nutrientes”, comentan
Cecilia Villaverde y Marta Hervera.
Siempre que se quiera seguir adelante con esta opción, aunque no sea lo más aconsejable por el profesional de la salud canina, se debe seguir un estricto control veterinario.
Marta Legido explica que “si la persona está decidida a darle este tipo
de dieta a su perro en contra de nuestro consejo, nosotros vamos a
ayudar con controles veterinarios a que este cambio tenga éxito. Aunque
se vea que el animal está bien, energético, que hace bien las
deposiciones...”.
Los expertos indican que es necesario hacerles un control a los dos o
tres meses, estar pendientes del peso y hacer una exploración física y
análisis para “detectar si tiene deficiencias imposibles de detectar a
simple vista”. “En general, recomendamos que perros alimentados con dietas vegetarianas visiten el veterinario dos veces al año”, comentan desde Estados Unidos Cecilia Villaverde y Marta Hervera.