Hay vínculos que no necesitan explicarse. Solo hace falta ver la mirada de Rune, de 90 años, hacia su perro Hajen para entender que entre ellos hay algo profundo y vital. Rune sufre insuficiencia cardíaca y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Hajen, su pequeño compañero, no solo le hace compañía, sino que le da motivos para seguir adelante y lo anima a salir cada día. Y eso, cuando el cuerpo empieza a fallar, es un salvavidas emocional.
Esta imagen, galardonada con el segundo premio en la categoría “Perros y gente” de los Dog Photography Awards 2024, capta un momento de ternura genuina y una complicidad que no necesita palabras, porque cuando el amor es así de sencillo, se convierte también en lo más poderoso. La ciencia ha confirmado en múltiples estudios que tener un animal de compañía puede mejorar la calidad de vida en personas mayores, reducir el estrés, la ansiedad y hasta la presión arterial. Pero más allá de los datos, lo que importa es saber que hay alguien que siempre se alegrará al verte y que se quedará siempre contigo.