Es hora de dejar las cosas claras: no todos los criadores son iguales, y la distinción entre ellos no es menor: es enorme.
Lo que la mayoría de la gente piensa que es un “criador”
Di la palabra "criador" en una sala llena de gente y observa las reacciones. Algunos se imaginan una perrera destartalada con suelo de alambre donde docenas de perras dan a luz cachorros sin importarles la salud ni el bienestar. Otros imaginan a alguien en la calle que decidió que su perra era "tan linda" que simplemente tenía que tener cachorros. Y, por desgracia, estas situaciones existen.
Los criadores de traspatio, las camadas accidentales y las operaciones de cría comercial a gran escala suelen priorizar el lucro (los bull terriers peludos y el deseo aparentemente insaciable de tenerlos), la novedad (los bull terriers merle) o la conveniencia por encima de la salud, el comportamiento y el propósito a largo plazo de los perros que crían. Puede que no realicen pruebas para detectar enfermedades hereditarias, probablemente no críen cachorros en entornos enriquecedores y rara vez brindan apoyo a esos perros después de que se van.
Ahí es donde empieza la confusión y el daño. Porque hay otro tipo de criador, y no podrían ser más diferentes.
Conozca al criador de preservación
Los criadores de preservación no son solo amantes de los perros. Son guardianes de la historia, la genética y su propósito. Estos criadores dedican su vida a mantener la integridad, la salud y la longevidad de los perros de raza pura, sin ánimo de lucro, sino por pasión, responsabilidad y un profundo respeto por las razas que aman.
Los criadores de preservación se adhieren a estrictos códigos de ética establecidos por clubes y organizaciones específicas de cada raza, como el American Kennel Club (AKC). Realizan pruebas de salud exhaustivas, estudian pedigríes durante generaciones y toman decisiones de crianza basándose en el temperamento, la conformación y la salud a largo plazo. Muchos exhiben a sus perros en eventos de conformación y rendimiento para demostrar que cumplen con los estándares de la raza, no solo en cuanto a apariencia, sino también en función.
¿Su objetivo? Criar perros sanos de cuerpo y mente que ejemplifiquen las características que hicieron valiosa a su raza, ya sea recuperando aves acuáticas, pastoreando ovejas, limpiando establos de alimañas o acurrucándose como dignos compañeros.
Por qué importa la diferencia
Cuando se pinta a todos los criadores con el mismo pincel, el público suele asumir lo peor. Esto lleva a adoptantes bienintencionados a evitar por completo a los criadores de preservación y a recurrir a refugios o centros de rescate. Y si bien la adopción es un camino noble, no es la opción ideal para todos, ni para todos los perros.
Esto es lo que se pasa por alto: los perros terminan en refugios debido a malas prácticas de crianza, y a veces a través de grupos de rescate poco éticos (esa es otra historia), no porque los criadores de conservación hayan fracasado. Los criadores éticos recuperan los perros que han criado, a cualquier edad y por cualquier motivo. Los criadores de conservación no contribuyen a la población de los refugios, sino que la reducen. Los criadores de traspatio y las fábricas de cachorros no ofrecen ese tipo de compromiso de por vida.
Es más, a medida que la demanda de perros sigue en aumento y la cría se vuelve más difamada, menos criadores de preservación pueden o están dispuestos a continuar con su labor. Sin ellos, razas enteras podrían desaparecer, especialmente las raras que no suelen verse fuera de las exposiciones caninas o comunidades de trabajo específicas.
Una cuestión de lenguaje y de responsabilidad
No se trata solo de semántica. El lenguaje moldea la percepción. Cuando hablamos de "criadores" como si fuera una palabra sucia, estamos echando por tierra décadas de trabajo reflexivo, con respaldo científico y ético. Es necesario analizar el término. Debemos decir lo que queremos decir y creer lo que decimos.
¿Hablamos de alguien que produce cruces de diseño de moda en su patio trasero sin garantía sanitaria ni plan? Eso no es un criador de preservación.
¿Nos referimos a alguien que puede recitar los pedigrís de sus perros durante cinco generaciones, que gasta dinero en todas las pruebas de salud recomendadas para sus razas y que viaja por todo el país para encontrar al semental ideal? Ese es un criador de preservación.
Estas personas no son las mismas. Sus objetivos son diferentes. Sus resultados son diferentes. Y su impacto en el mundo canino no podría ser más claro.
Qué puedes hacer
Si busca un perro, infórmese sobre las prácticas del criador. Solicite los resultados de las pruebas de salud. Infórmese sobre los contratos, la socialización y el apoyo de por vida. Un criador responsable agradecerá sus preguntas. De hecho, probablemente tenga algunas para usted.
Un buen punto de partida son los clubes de raza. Estos son los clubes del AKC que representan diversas razas, y hay un club para cada raza reconocida por el AKC. Si eres fanático del labrador retriever o has pensado en incorporar un chihuahua a tu vida, consulta el club de raza para encontrar un criador de renombre y un mentor que pueda hablar contigo sobre la raza y determinar si es la adecuada.
Apoya los esfuerzos de preservación de razas aprendiendo más sobre la increíble variedad de razas de perros, especialmente aquellas en peligro de extinción. Asiste a una exposición canina. Habla con criadores abiertos y transparentes. Te sorprenderá la dedicación que hay detrás de cada cachorro bien criado.
Por último, desafía la narrativa. La próxima vez que alguien use "criador" como si fuera una mala palabra, pregúntale: "¿A qué tipo de criador te refieres?".
Porque en esta conversación, los detalles importan. Y el futuro de perros sanos, fuertes y con propósito depende de ello.