El Glen of Imaal Terrier (FCI 302) es una raza de perro irlandesa.
Aspecto
De cuerpo alargado, más largo que alto, pero no alto. Su aspecto general es robusto, pero no fornido. El cráneo es ancho y bastante largo. La frente es prominente y el hocico, fuerte y se estrecha hacia la nariz. La nariz es negra. Los ojos son marrones, medianos y redondos; los ojos claros son un defecto.


Las orejas de Glenn son semierectas o en forma de rosa; en reposo, están plegadas hacia atrás. El cuello es muy musculoso y moderadamente largo. La mordida es en tijera. Una mordida plana es un defecto. Existen bastantes problemas con la mordida, pero la primera fila no siempre es la mejor posible. El equipo dental de Glenn inspira respeto tanto entre veterinarios como entre quienes no se dedican a los perros. Las patas delanteras de Glenn son especiales; deben estar ligeramente giradas hacia afuera. Los codos deben estar dirigidos hacia atrás y firmemente pegados al cuerpo. El cuerpo de Glenn es profundo y el pecho es sólido y amplio. Las costillas están bien arqueadas, lo que significa que el Glenn no puede parecer tonelero ni demasiado plano. El lomo es fuerte. La musculatura de las patas traseras debe estar bien desarrollada y las angulaciones deben ser claras.


Naturaleza y comportamiento
Activo, ágil y tranquilo al trabajar, siempre listo para la acción, temperamental y muy valiente; por lo demás, dócil, manso y con mucha personalidad. Leal y de fácil apego, es un perro de compañía y de casa muy agradable. Se dice que el Glen of Imaal Terrier es más tranquilo que otras razas de terrier.
Origen
El Glen of Imaal Terrier es una raza antigua que estuvo abandonada durante mucho tiempo y, por lo tanto, no es el resultado de experimentos posteriores. Ha habido perros de glen en Irlanda desde hace mucho tiempo, al menos durante cientos de años. El Glen of Imaal y todo Wicklow son una zona agreste y trabajadora habitada por personas. Los perros no eran mimados, sino que contribuían al sustento de sus familias y de sí mismos. Los agricultores de esta zona descendían de soldados a quienes se les habían concedido tierras en los siglos XVI y XVII como recompensa por sus servicios a la corona inglesa.

Tuvieron que emplear todo su ingenio y habilidad naturales para sobrevivir en esa zona agreste. Un perro era inútil si no podía contribuir a las tareas diarias. Debía trabajar largas jornadas y a menudo se utilizaba en peleas de perros de dudosa reputación. Antes de que el Glen of Imaal Terrier se hiciera famoso en las exposiciones caninas, se había desarrollado a través de generaciones de trabajo duro hasta convertirse en la raza poderosa y robusta que conocemos hoy. El Kennel Club Irlandés reconoció oficialmente la raza en 1934 y, poco después, se formó una asociación para supervisar los intereses de la raza.