¿Has probado alguna vez a engañar a tu perro para que mostrara
entusiasmo por algo que no tenía ningún interés para él? ¿O a poner a
prueba sus instintos ofreciéndole algo aburrido con el tono con el que
le ofrecerías una suculenta chuchería? Pues resulta que, aunque pueda
parecer que está muy emocionado por el tono ascendente de tu voz, lo más
probable es que no caiga en la trampa.
En el Family Dog Project, de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, se ha descubierto
que los perros, igual que las personas, procesan el significado de las
palabras con el hemisferio izquierdo del cerebro y la entonación con el
derecho. Aunque no son capaces de pronunciar palabras, los perros que
viven con una familia están lo suficientemente expuestos a ellas como
para entender lo que representan, independientemente de con qué tono se
digan.
A grandes rasgos, esto significa que si intentamos
ofrecerle a un perro algo de comer que no le resulte familiar utilizando
el mismo tono con el que le ofreceríamos una chuchería que conozca, el
animal reconocerá el engaño. No le vamos a engañar con un trozo de
brócoli, por mucho que nos emocionemos con sus beneficios nutricionales.
Simplemente no mostrará el mismo entusiasmo que si le anunciamos que le
vamos a dar una tira de beicon o una salchicha.
De manera
similar, se ha demostrado que nuestro tono de voz tiene un efecto más
satisfactorio para el perro que la comida. En un estudio de The Dog Project
de la Universidad Emory (Estados Unidos), los investigadores han
descubierto pruebas claras de que los perros prefieren los elogios por
encima de la comida como recompensa por haber completado una orden.
Aunque es cierto que no todos los perros se comportan de la misma forma.
Saber que algunos perros prefieren los elogios sociales y que otros
prefieren los premios comestibles podría ser útil para determinar qué
tipos de roles son los que mejor encajan con los perros de asistencia,
de terapia o de rescate.
¿Entonces esto significa que los perros
nos leen la mente? Pues no exactamente. Pero demuestra que son más
capaces de interpretar el habla de lo que se suele creer. Desde el punto
de vista científico, el descubrimiento de que los perros y los seres
humanos presentan respuestas neurológicas similares al lenguaje oral da
pie a indagar en la cognición humana.
El principal objetivo del Family Dog Project
es investigar las relaciones humano-perro mediante estudios cognitivos y
conductuales con especial énfasis en cómo han influido en nuestros
perros y en nosotros mismos los lazos que llevamos tanto tiempo
manteniendo. Los temas que investigan abarcan desde el estudio de los
antepasados de los perros -se han comparado con los lobos de la
actualidad y se ha observado cómo interactúan ambos con las personas-
hasta el diseño de la conducta y la sociabilidad en robótica.
La
tecnología que se utiliza para llevar a cabo estos estudios es la
resonancia magnética. Este método requiere que el participante en la
investigación sea lo suficientemente paciente como para descansar en la
camilla de escaneo durante unos treinta minutos. Como es lógico, no
todos los perros pueden aguantarlo, así que se escogen dependiendo de su
disposición para aguantar este tipo de postura durante ese periodo de
tiempo.
Este post
fue publicado originalmente en la edición canadiense de 'The Huffington
Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.