El «Cerdo del Concejo» o «Rey de los Cochinos» fue la primitiva fiesta que, desde la Edad Media, dio origen a la tradicional cita de San Antonio Abad (San Antón), patrón de los animales. En aquella época consistía en cuidar colectivamente un cerdo que se ponía a disposición del concejo de la villa y que, según algunos historiadores, coincidía en el tiempo con otros festejos populares como el «de los asnos» y «los locos». Fue en el siglo de Oro cuando se convirtió en fiesta religiosa, fijando en la desaparecida ermita de San Blas en Atocha (donde está hoy el Observatorio Astronómico Nacional) la sede donde los porqueros llevaban sus cerdos. Allí se elegía y premiaba al más «elegante». Además, se organizaba una carrera entre los cerdos seleccionados y el primero en llegar a un abrevadero repleto de comida era nombrado «Rey de los Cochinos».
Publicado en ABC