Si eres dueño de un perro, probablemente seas consciente de que tu mascota está equipada con un par de pequeñas partes adorables en el cuerpo conocidas como glándulas anales. También, podrías estar enterado de que a menudo, las glándulas anales que tienen los perros son problemáticas.
Las glándulas anales, o sacos, son pequeños y de forma ovalada, y se encuentran justo en el interior del recto de tu perro, una de cada lado del ano. Residen en el músculo del esfínter anal y no se pueden ver tan fácilmente.
Las glándulas producen una sustancia aceitosa y olorosa que se acumula en los pequeños conductos. Este líquido probablemente sirve como un marcador territorial, que transmite información bioquímica a otros perros.
Cuando el perro defeca, si las heces tienen una consistencia normal, los conductos llenos de líquido - de las glándulas anales - se vacían con la presión de las heces, a medida que estas pasan a través del recto y ano.
Así es como la naturaleza diseñó las cosas para funcionar, pero las mascotas de hoy en día a menudo producen heces blandas o evacuaciones intestinales irregulares que no presionan a las glándulas anales durante la evacuación.
Otros factores que contribuyen a los problemas de las glándulas anales podrían incluir a la obesidad, donde no hay suficiente tono muscular, hay un exceso de tejido graso, ciertos trastornos de piel e infecciones. Pero en mi experiencia, hay tres principales causas de los problemas con las glándulas anales: la alimentación, traumatismo de las glándulas y la posición de las glándulas.
Como la alimentación de tu mascota podría contribuir a los problemas con las glándulas anales
Los granos que se encuentran en los alimentos comerciales para mascotas pudieran ser alergénicos e inflamatorios. Si tu perro experimenta problemas recurrentes con sus glándulas anales, lo primero que debes hacer es eliminar todos los granos de su alimentación. Evita proporcionarle cualquier alimento que contenga maíz, papa, harina de avena, trigo, arroz o soya.
También, recomiendo que hagas una transición de su alimentación y le proporciones una proteína nueva a tu perro. Si, por ejemplo, ha consumido solamente carne de res y pollo, haz la transición a carne de bisonte o conejo. Alimentarlo de forma constante con solo uno o dos tipos de proteínas, podría desencadenar una respuesta inflamatoria alérgica. Las alergias alimenticias que no son atendidas son una causa muy común de problemas crónicos en los sacos anales.
Si las heces de tu perro a menudo no tienen forma, son suaves o acuosas, sus sacos anales no reciben la firme presión que necesitan para vaciarse. Proporcionarle a tu mascota una alimentación balanceada y apropiada para su especie abordará tanto las alergias alimenticias como la mala consistencia de sus heces.
Muchos problemas de salud—incluyendo problemas crónicos con los sacos anales—se resuelven naturalmente con el tiempo, una vez que un animal consume una alimentación biológicamente apropiada.
Además, agregar probióticos y enzimas digestivas en la alimentación de tu mascota podría ayudarle a producir heces consistentemente firmes.
Cómo podrían lesionarse las glándulas anales de tu mascota
Muchas de las lesiones que se producen en los sacos anales de un animal son ocasionados por veterinarios y estilistas bien intencionados, pero mal orientados, así como por los dueños de las mascotas.
Muchos estilistas de mascotas tienen el hábito de exprimir las glándulas anales de cada perro que atienden, como parte de los "servicios incluidos", junto con la limpieza de las orejas y recorte de uñas.
Simplemente es innecesario exprimir de forma rutinaria unas glándulas anales que son saludables, así que si llevas a tu mascota con el estilista, asegúrate de que no le realice este "servicio" a tu perro, el cual con el tiempo, debilitará el buen funcionamiento y autosuficiencia de los músculos de las glándulas.
Desafortunadamente, si el dueño menciona ocasionalmente que el perro se “arrastra”, muchos veterinarios exprimen inmediatamente las glándulas anales de un animal. Este enfoque no identifica ni soluciona la causa del problema, solo el síntoma.
Y lo creas o no, muchos dueños de perros deciden que exprimir los sacos anales de forma regular, es por el bien de su mascota. De nuevo, al igual que es innecesario drenar manualmente otras glándulas corporales de tu mascota, exprimir unas glándulas anales que son saludables podría causar problemas. Si un perro tiene problemas recurrentes o crónicos en los sacos anales, es importante identificar la raíz del problema.
Los sacos anales son pequeños y delicados órganos que podrían dañarse fácilmente al ser apretados y pellizcados innecesariamente. El traumatismo provocado en las glándulas causa inflamación, que a su vez produce un abultamiento. Las glándulas, al estar abultadas, podrían obstruir el conducto de salida, a través del cual es exprimido el fluido. Si las secreciones bloqueadas se acumulan y se espesan en las glándulas, podrían producir una impactación.
La compresión manual rutinaria reducirá la capacidad de las glándulas anales para funcionar de forma independiente. La condición de las glándulas es comprometida, y esto ocasiona que sean completamente ineficaces.
Esta es una situación que podría requerir de una cirugía para ser corregida.
Enfermedades comunes de las glándulas anales
La impactación es el problema más común asociado con las glándulas anales. Esto ocurre cuando la sustancia aceitosa se acumula en las glándulas y se espesa, por lo que no es exprimida, lo cual ocasiona que las glándulas aumenten de tamaño y se irriten.
Las infecciones de las glándulas anales suelen ser de naturaleza bacteriana y causar irritación e inflamación. Un absceso en una glándula anal es ocasionado por una infección en la glándula anal que no es atendida. A medida que la infección progresa, el pus se acumula dentro de la glándula anal. El absceso continúa aumentando de tamaño hasta que finalmente se rompe.
Los tumores en las glándulas anales son clasificados como adenocarcinomas, y suelen ser malignos. Ocasionalmente, los tumores en las glándulas anales podrían resultar en niveles elevados de calcio en la sangre, lo que podría producir daños significativos en los órganos, incluyendo insuficiencia renal.
Es importante tratar de restablecer el tono y salud de las glándulas que tienen un mal funcionamiento, al utilizar una combinación de cambios alimenticios, remedios homeopáticos y antiinflamatorios gastrointestinales naturales. Algunas veces, al infusionar manualmente las glándulas con lubricantes naturales o preparaciones a base de hierbas, esto podría ayudarlas a recobrar su función normal.
El objetivo debe ser solucionar la causa subyacente y hacer que las glándulas anales de tu mascota vuelvan a ser autosuficientes.