Historia de los perros bardinos
El perro bardino, también llamado perro majorero (de hecho, este segundo es su nombre oficial), se originó en Fuerteventura, en las islas Canarias,
tras la llegada de los habitantes de la península española a esta isla a
principios del siglo XV. Desde ese momento, y hasta hace menos de lo
que puedas imaginar, los perros majoreros se utilizaron en territorio canario para el pastoreo y la guardia.
Al no ser una raza muy extendida,
los perros bardinos comenzaron a cruzarse con otras razas, elevando el
índice de mestizaje hasta el punto de estar la raza pura del bardino al
borde de la extinción. La recuperación de la población de perros majoreros no se recuperó hasta ¡los años 80 del siglo pasado!
Los perros majoreros no son en absoluto populares;
es muy probable que si no eres aficionado a los perros, o canario, o
las dos cosas, no hubieras oído hablar nunca de ellos. De hecho, la raza ni siquiera está reconocida como oficial en la FCI.
Nuestro equivalente nacional, la Real Sociedad Canina de España sí la
incluyó en sus archivos a mediados de los años 90. Por lo tanto, aunque es una raza con una historia centenaria, ¡su reconocimiento es muy reciente!
La presencia y popularidad del perro bardino siguen
actualmente localizadas casi exclusivamente en el archipiélago canario,
en especial en su isla de origen, y se siguen apreciando sus aptitudes
para el pastoreo. Aún hoy en día se continúan los trabajos de cruce y recuperación de la raza.
Características de los perros bardinos
El perro bardino o majorero es un animal de tamaño grande.
La estructura de su cuerpo es bastante cuadrada. ¿Qué queremos decir
cuando hablamos de estructura cuadrada? Significa que el largo de su
cuerpo es igual o casi igual a su altura a la cruz; los perros que son así tienen una apariencia física compacta, a veces algo tosca. A esas proporciones del perro bardino las acompaña un pecho ancho y profundo y una grupa notablemente alta.
La cabeza de los perros majoreros se caracteriza por ser bastante pequeña en proporción al resto de su cuerpo,
especialmente a su cuello, que es muy musculoso y fuerte. El cráneo es
ancho y tiene forma de cuña, con unas orejas de inserción alta y algo
atrasada, que caen de forma natural a los lados de la cabeza. Los ojos
de los perros majoreros son marrones, de forma almendrada y bastante
separados entre sí. Su stop (depresión naso-frontal) es muy evidente y su hocico aparece coronado por una trufa oscura de tamaño mediano. La mejillas caen levemente por debajo de la estructura maxilar.
La
cola, aunque no debería, suele cortarse, dejándola más o menos a la
mitad de su longitud natural. Cuando está en reposo, el perro majorero
la lleva colgando, con una ligera curvatura hacia la punta, en forma de
sable.
El pelaje de los perros bardinos es de longitud media, algo más largo en la zona baja y la parte trasera de sus patas. Es
un pelo muy brillante y es atigrado sobre fondo gris, que varía de
claro a oscuro. Los perros majoreros se caracterizan también por tener
máscara oscura en la cara.
¿Cómo es el temperamento de los perros majoreros?
El bardino es un excelente perro de trabajo, muy eficiente en tareas de pastoreo y con un buen índice de adaptación a todo tipo de situaciones. ¡No debe de ser fácil ser perro pastor en los terrenos volcánicos irregulares de Canarias! Pero en muchas ocasiones, el perro bardino ha demostrado su valía, lo que ha hecho que sea muy apreciado en todo el archipiélago.
El majorero es un perro de temperamento valiente, firme y alerta, pero además muy alegre y cariñoso. Es capaz de desarrollar un gran apego por su familia humana, y es tremendamente afectivo y protector. Frente a extraños suele mostrarse algo desconfiado y territorial, especialmente si se le ha adiestrado para proteger. Puede llegar a mostrar una gran fiereza si la situación lo requiere. Esto no tiene por qué significar que los perros bardinos sean peligrosos; todo depende de con qué enfoque sean educados y de la calidad de su socialización y adiestramiento. Recuerda siempre que, al margen del temperamento innato que todos los perros tienen, es el propietario el que decide si quiere o no tener un perro agresivo y lo educa en consecuencia.
¿Qué cuidados necesitan los perros bardinos?
El pelaje del perro majorero es de longitud media, pero no es muy difícil de mantener. Será suficiente con cepillarlo de forma regular, unas dos veces por semana. El baño no debe ser muy frecuente, mejor una vez al mes o mes y medio, o cuando esté realmente sucio.
Los perros bardinos, al igual que el resto de perros pastores, necesitan un alto nivel de ejercicio físico.
Está adaptado a la vida en entornos rurales, a la posibilidad de correr
y jugar libremente en un entorno seguro y amplio; por este motivo, no es muy apropiado tener un perro bardino viviendo en un piso o apartamento.
Necesitan espacio para el esparcimiento y el ocio. Vivir en un espacio
reducido puede causar un carácter irascible y nervioso que desemboque en
conductas destructivas. Piensa muy bien en tu estilo de vida, es esencial que el perro que escojas sea compatible contigo;
el perro bardino en concreto, necesita a alguien que disfrute de las
actividades al aire libre, los deportes y juegos con su mascota y, como
decíamos, que viva en un ambiente adecuado para este excelente animal.
La
socialización es importante para cualquier perro, pero aún más cuando
se trata de un can con un gran instinto de territorialidad como el perro
majorero. Debe ponerse en práctica desde la etapa de cachorro
del bardino, al mismo tiempo que se le comienzan a enseñar las órdenes
básicas de comportamiento. Esto es vital para que la convivencia con una mascota sea adecuada y agradable para todos.
El perro majorero y la salud
Los perros bardinos o majoreros son bastante rústicos y resistentes.
Tienen una alta tolerancia al calor y la humedad (¡se originaron en una
isla!); incluso pueden aguantar sin beber agua unos cuantos días. ¡Esto
no quiere decir que no le des agua! sólo queremos que te hagas una idea
de la alta resistencia que este perro muestra ante las adversidades.
No presentan problemas frecuentes de salud, ni enfermedades congénitas, pero debes prestar buena atención a su higiene (no olvides orejas, ojos y dientes) y darle una dosis adecuada de ejercicio.
Publicado en Wakyma