Los síntomas se pueden confundir con los del envejecimiento.
Muchos
perros no son diagnosticados ante la poca relevancia que para el
propietario puede representar la sintomatología que muestra su mascota,
por la coincidencia de hechos que pueden ser normalmente atribuibles a
la edad.
¿Qué es el Síndrome de Cushing?
Es una enfermedad endocrina (hormonal) que por diversas causas produce un aumento crónico en la concentración de cortisol sanguíneo, responsable de la amplia gama de síntomas que muestran los animales que tienen este problema.
La secreción de cortisol en el organismo la realizan las glándulas adrenales (situadas cerca de los riñones), y éstas a su vez son reguladas por hormonas producidas por la glándula pituitaria o hipófisis (en el cerebro). La causa pues de esta enfermedad suele ser la presencia de tumores de distintos orígenes ubicados en la glándula hipófisis o en las glándulas adrenales; o bien un origen iatrogénico (producido por un tratamiento inadecuado), por una excesiva administración de glucocorticoides.
¿Qué animales es más probable que tengan este problema?
Suelen ser perros de más de seis años
(sobretodo alrededor de los diez años) de cualquier sexo y raza, aunque
sí es cierto que determinadas razas como el Boston terrier o el Boxer
parecen tener mayor predisposición.
Según los casos descritos
parecen más frecuentes los hiperadrenocorticismos de origen hipofisario
en perros de menos de 20 Kg., mientras que aquellos en perros de más de
20 Kg. probablemente tendrán un origen adrenal.
¿Qué me puede hacer sospechar en mi mascota?
Los
síntomas muchas veces son inadvertidos o más bien pasados por alto, ya
que suelen ser perros adultos y se suelen achacar al propio
envejecimiento del animal.
Los más destacados son letargia, debilidad muscular, obesidad localizada a nivel abdominal (abdomen en péndulo), alteraciones en la piel, el animal come más, bebe más y orina más. Éstas van desde alopecias (zonas sin pelo), hiperpigmentación, comedones, seborrea o falta de crecimiento del pelo tras el rasurado.
El jadeo puede
aparecer tanto por la dificultad respiratoria provocada por el aumento
de grasa abdominal como por problemas más graves y secundarios a la
enfermedad (tromboembolismo pulmonar).
Asimismo se pueden apreciar alteraciones en los ciclos reproductivos de las hembras y atrofia testicular en los machos.
Los
signos neurológicos que se derivan asociados a esta enfermedad son
indiferencia, estupor, marcha en círculos, incordinación, cambios en la
conducta, ceguera.
¿Cómo llegamos a un diagnóstico de Sindrome de Cushing?
En la analítica sanguínea se aprecian alteraciones que nos pueden hacer sospechar de la presencia de esta enfermedad. Es importante realizar también un análisis de orina para valorar la densidad urinaria (estará disminuida) y posibles infecciones urinarias o alteraciones renales secundarias.
La radiografía y ecografía
abdominales son bastante útiles a la hora de valorar el tamaño de las
glándulas adrenales, detectar masas anormales en las mismas o metástasis
en otros órganos o depósitos anormales de calcio.
Si sospechamos un origen hipofisario, el TAC y la resonancia magnética son definitivas para valorar la existencia de alteraciones a este nivel.
Por
último tenemos al alcance distintas pruebas más específicas que nos
ayudan a diagnosticar el problema y a diferenciar su origen. Las más
usadas son el test de estimulación con ACTH y el test de supresión con
dexametasona. Estos test consisten en medir la concentración de cortisol
en sangre y sacar conclusiones conociendo los efectos de estimulación o
inhibición de la secreción de dicho cortisol que ejercen las sustancias
que previamente inyectamos.
¿Qué tratamiento tenemos al alcance?
El origen del problema es una neoplasia (tumor o cáncer), por tanto el tratamiento se basa en quimioterapia o radioterapia combinada o no con la extirpación de la masa.
¿Qué pronóstico tenemos?
Depende de muchos factores pero podemos hacer una aproximación; si se trata de hipotiroidismo hipofisario la supervivencia es de 30 meses a 4 años,
mientras que tras la extirpación de las glándulas adrenales por un
tumor adrenal benigno (adenoma adrenocortical) es de unos 36 meses. Si
se trata de un adenocarcinoma con metástasis suele producirse la muerte como muy tarde en un año.
¿Qué complicaciones podemos tener?
El aumento de cortisol sanguíneo tiene influencia a nivel sistémico sobre multitud de órganos, y por tanto, son probables complicaciones secundarias
a dicha elevación como: hipertensión, insuficiencia cardíaca
congestiva, alteraciones renales (glomerulopatias, pielonefritis,
cálculos), diabetes mellitus (por resistencia a la insulina),
tromboembolismo pulmonar o pancreatitis. Así pues remarcamos la
importancia del chequeo constante del paciente con hiperadrenocorticismo
para tratar de detectar cuanto antes estos problemas y poner todos los
medios que tenemos al alcance para solucionarlos.
Resumen:
Algunas veces, es recomendable la extirpación del tumor
El
hiperadrenocorticismo es una enfermedad endocrina que cursa con
elevación del cortisol sanguíneo, el cual provoca alteraciones
multisistémicas no muy graves en un inicio, pero de curso crónico y con
complicaciones que es importante considerar.
Muchos perros no son
diagnosticados ante la poca relevancia que para el propietario puede
representar la sintomatología que muestra su mascota, por la
coincidencia de hechos que pueden ser normalmente atribuibles a la edad.
El
diagnóstico requiere de unas mínimas pruebas de laboratorio, que ante
un buen ojo clínico pueden fácilmente conducir a resultados
concluyentes.
La quimioterapia o resección del tumor deben ser
llevados a cabo para tratar de evitar el avance de la neoplasia, pero
aún así la esperanza de vida es de unos 3 años (hecho aceptable si
consideramos que la vida media de estos pacientes es de 10 años).
Agradecemos la colaboración para la publicación de este articulo a: Loli Tabar - Medica veterinaria